Cameron se mantiene en la senda de los ajustes

LONDRES- Lo suyo se comparó con un matrimonio de conveniencia y hubo muchos que pensaron que aquello no duraría un asalto. Pero tras dos años de unión, David Cameron y Nick Clegg han renovado sus votos de coalición insistiendo en que la reducción del déficit sigue siendo su principal objetivo. «No vamos a dar tregua a las decisiones difíciles en materia económica», dijo el «premier», si bien admitió que queda mucho por hacer para «apostar por el crecimiento». La relación entre el «tory» y el liberal demócrata, que ayer acudieron juntos a una factoría en Essex, ha pasado por momentos de extraordinaria tensión, acusada por la presión del ala más radical de sus partidos, y algunos se preguntaban si aún quedaba algo de «amor» entre ambos.

La «cita» era especialmente significativa. Se trataba de la primera aparición conjunta de los dos líderes tras el desastroso resultado electoral de los comicios locales de la semana pasada y además la foto servía como mejor antesala para el conocido como «discurso de la reina». La soberana Isabel II presentará hoy ante el Parlamento las prioridades legislativas del Gobierno para este curso parlamentario y se espera que la medida estrella sea la reforma del sistema bancario para obligar a las entidades a separar sus negocios de banca de inversión y comercial, con el fin de proteger los depósitos de los clientes en caso de quiebra por las operaciones más arriesgadas. Será, sin embargo, la reforma de la Cámara de los Lores la que realmente refleje el clima que existe en la coalición. La medida siempre se asoció con los Liberal Demócratas y, si finalmente se incluye, se interpretará como una derrota de los conservadores.

Los tories han insistido también al «premier» para que abandone el proyecto de regulación del matrimonio homosexual y se centre en las demandas más tradicionales de cara a sus electores, como la celebración de un referéndum para valorar el estatus de Reino Unido en la Unión Europea.