Medio Ambiente electoral 20-N por Ramón TAMAMES

Hoy concurrimos a las urnas 34 millones de españoles, y creo que debemos valorar qué va a ser de nuestro medio ambiente (MA) en los próximos cuatro años.
Para empezar, será preciso reconducir lo que, por desidia legislativa e interpretaciones del Tribunal Constitucional ha sido una política de abandono del Estado respecto a los parques nacionales. Siendo indispensable, también, la preparación de un plan forestal adecuado a las nuevas situaciones de abandono de la ganadería extensiva; y de necesidades de los ayuntamientos, con sus ocho millones de hectáreas de montes y otras tierras concejiles escasamente aprovechados. Y a propósito de todo el tema de la corteza vegetal, ¿por qué no pensar en hacer de una vez el Icona de la democracia y acabar de una vez con la compartimentación de España en 17 piezas separadas de un mismo sistema?
En el área de residuos, estamos muy por detrás de los países paradigmáticos de la Unión Europea, como es el caso de Alemania; debiéndose programar una más intensa actividad de recuperación, pensando en el fuerte alza de los precios de las materias primas.
En cuestiones energéticas, han de prevalecer los criterios de ahorro y eficiencia, perfeccionando las renovables, en las que España ha ganado gran desarrollo, sobre todo en eólicas y solares. Y en los temas nucleares, a pesar del «Parón Fukushima», resulta indispensable que sigan las centrales en funcionamiento hasta el final de su vida técnica, y estudiar la opción de construir otras nuevas, de última generación, para mantener la proporción nuclear en el balance energético. En el área de los combustibles fósiles: promover con fuerza procesos de captura y aprovechamiento del dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero.
En resumen, un país con espacios naturales bien gestionados, buen ambiente y energía más limpia; eso es lo que debemos exigir.