Estocolmo

«Life Love Lust»: el cine porno puede ser bello con estrías y celulitis

La directora de cine porno Erika Lust vuelve a la carga con su tercera película "Life, Love, Lust", cinta que estrena en DVD e internet y en la que sigue reivindicando a la mujer como ser perfecto en su imperfección, como rol activo en la realización del género y como pasivo en la recepción del placer.

Lust, nacida en Estocolmo en 1977, comenzó su andadura en 2005 con "Cinco historias para ella", resumió su manifiesto en el libro "Porno para mujeres"y sigue batallando contra el cine porno "ginecológico, casi quirúrgico"mediante filmes estéticamente cuidados con mujeres "naturalmente bellas", con sus estrías y su celulitis."Life, Love, Lust", estrenada en el festival Mujeres de Cine de Granada, se compone de tres historias independientes de veinte minutos cada una que siguen "los tres motores de la vida", según la directora. Esto es: vida, amor y lujuria.Y para su presentación en Madrid eligió un sex shop en el madrileño barrio de Lavapiés centrado en el placer de la mujer. "Life"teje el erotismo con dos actores que son pareja en la vida real y alrededor de algo que le está sucediendo a la propia directora: el embarazo."Love"habla de una relación entre una mujer madura y un chico joven. Y finalmente "Lust"explora "algo que hay gente que piensa que no existe: las mujeres que pagan por sexo", explica la realizadora.Para sortear las limitaciones de una industria dominada, según el productor del filme, Pablo Dobner, por "hombres a los que les gustan las motos, los coches y las putas", Erika Lust ha decidido, entre otras cosas, eliminar los diálogos."Por un lado para dar mayor importancia a la música", explicó la directora, que ha contado con grupos de la escena independiente española, como Tulsa o Jabalina. Por otro, "porque los actores de porno son buenos con el cuerpo pero es difícil encontrar a gente con 'background' cultural, personal o formativo"para recitar un guión de manera creíble, apostilló Dobner."Trato de eliminar el porno de ellos", argumentó la directora, quien busca en su cine una intención muy precisa: "Excitar, inspirar para el sexo. Los hombres utilizan el porno para una satisfacción inmediata y las mujeres lo ven y lo piensan. Es para ellas una fuente de inspiración".Pero, ¿son las mujeres las únicas que demandan una pornografía más elaborada? "No excluyo a los hombres, son más que bienvenidos", aseguró la directora, que potencia la diversidad en un género del que entiende que a muchos hombres no les satisfaga una película de Rocco Siffredi.Así, ella trata de recuperar "el sueño de la pornografía de los 70", de películas como "Garganta profunda". "Entonces se hablaba de creadores, mientras que en los 80 y 90 se producía como si fueran chorizos", explicó."Queremos un cine porno digno, con un equipo técnico de profesionales del cine y la televisión", aseguró quien, cuando presentó su proyecto en una gran productora de películas X, recibió como respuesta: "Ninguna mujer va a pagar por algo relacionado con el sexo".