Algeciras

«A partir del día 30 esto será un problema de Estado»

El tiempo se agota y la negociación no arranca. Cuatrocientas familias, cuyas economías dependen de la pesca, ven peligrar su forma de vida sin que se vislumbre una solución al contencioso que arrastran con Gibraltar desde que, en mayo, las autoridades del Peñón comenzasen a acosar a los barcos españoles que han faenado tradicionalmente en aguas de la bahía de Algeciras próximas a la colonia británica.

«A partir del día 30 esto será un problema de Estado»
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Los representantes designados por Gibraltar para negociar un acuerdo con los pescadores no acaban de determinar una fecha para iniciar las conversaciones. Y el plazo vence el próximo domingo, 29 de julio. Si no se encuentra una solución antes, "a partir del día 30 será un problema de Estado", dijo ayer a LA RAZÓN el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras, Pedro Maza.

El representante de los pescadores no oculta su decepción porque en casi un mes "no se han producido avances". Pero mantiene todas sus esperanzas en que, finalmente, los dos expertos elegidos como portavoces por cada parte –el científico Ignacio Sobrino y la bióloga del Instituto para la Política Medioambiental Europea, Indrani Lutchman– se reúnan esta misma semana, quizá hoy mismo o mañana.

Maza subraya que "nosotros estamos dispuestos a agotar todas las opciones y a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para llegar a una solución"porque ellos, los pescadores, son los menos interesados en que no se consiga cerrar un acuerdo. No obstante, admite que la situación "es muy complicada"y ahora mismo "no sabemos lo que va a pasar".

Los pescadores, tanto los de Algeciras como los de La Línea, reclaman la vuelta al statu quo que les concedía el acuerdo firmado en 1999 con el anterior gobierno de Gibraltar, el de Peter Caruana. Ese acuerdo les permitía pescar dentro de las aguas que las autoridades del Peñón reclaman como propias siempre que se mantuvieran a 200 metros de la costa. "No volver a ese statu quo sería perjudicial para todos", declaró a LA RAZÓN el alcalde de Algeciras y diputado del PP, José Ignacio Landaluce.

El pacto fue roto por el nuevo ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, en marzo, poco después de ganar las elecciones. Picardo se escudó en una, por lo menos, peculiar defensa del medio ambiente para prohibir faenar a los pescadores. Les acusó de utilizar artes "ilegales"que, según él, causaban daños medioambientales.

La contradicción es evidente para Pedro Maza. Mientras el político gibraltareño acusa a pequeños pesqueros artesanales de causar daños medioambientales, "pasa por alto los rellenos que ha hecho para ganar terreno al mar o el bunkering que contamina las aguas con petróleo, entre otras agresiones al medio ambiente". Algo que sí es responsabilidad de las autoridades del Peñón.

Mientras Maza se niega "a perder la esperanza"y Landaluce se agarra a que "tienen que estar a punto de encontrar una solución", los pescadores consideran difícil lograr avances en una negociación en la que ellos no pueden ceder prácticamente nada ya que sus artes de pesca son las que siempre han utilizado sin que nadie, ni España ni la UE, encontrase en ellas algo ilegal.