
Infraestructuras
Jensen Huang, CEO de NVIDIA, anuncia los trabajos del futuro: "Los millonarios del futuro serán fontaneros y electricistas"
La gran paradoja de la inteligencia artificial: la tecnología más avanzada del planeta dispara en Estados Unidos y Reino Unido la demanda de oficios tradicionales como electricistas o fontaneros para construir los centros de datos que la sustentan

Que el director ejecutivo de una de las mayores tecnológicas del mundo recomiende a los jóvenes estudiar con la vista puesta en un oficio tradicional en lugar de programación suena, como poco, a una contradicción. No obstante, se trata de una idea compartida de manera más amplia de lo que pudiera parecer, puesto que empresarios como José Elías opinan en el mismo sentido.
Sin embargo, es precisamente el consejo que Jensen Huang, al frente de NVIDIA, ha lanzado al aire. Su argumento desmantela la idea de que la inteligencia artificial será la causa última de desaparición de los trabajos pesados: el futuro digital, según él, se levantará con las manos, y la demanda de oficios manuales será abrumadora.
El nuevo oro de los oficios manuales
De hecho, la lógica que sustenta esta afirmación es aplastante. La inteligencia artificial no vive en una nube abstracta, sino en gigantescos centros de datos. Son edificios colosales, repletos de servidores que exigen una infraestructura física descomunal para funcionar.
Por tanto, el desarrollo de esta tecnología depende por completo del trabajo de electricistas, fontaneros y carpinteros cualificados, encargados de gestionar desde el complejo cableado hasta los vitales sistemas de refrigeración, algo que el propio Jensen Huang expresó en el Canal 4 de Noticias del Reino Unido:
“Si eres electricista, fontanero, carpintero… vamos a necesitar cientos de miles de ellos para construir todas estas fábricas”
En este sentido, la escala de la inversión que se perfila en Estados Unidos da una idea de la magnitud del desafío. La propia NVIDIA tiene previsto destinar 100.000 millones de dólares a OpenAI para financiar la creación de estas instalaciones.
A nivel global, la consultora McKinsey proyecta que el gasto en centros de datos podría dispararse hasta los 7 billones de dólares de aquí a 2030, una cifra que evidencia la transformación que ya está en marcha.
Por consiguiente, las oportunidades laborales que se abren rompen con el arquetipo del genio informático. La construcción de un único centro de datos puede requerir hasta 1.500 operarios, con salarios que en muchos casos superan los 100.000 dólares anuales. La gran diferencia, tal y como han publicado en Fortune, es que para acceder a estos puestos no se necesita un título universitario, sino una cualificación profesional específica en oficios tradicionalmente considerados menos glamurosos.
Además, esta preocupación no es exclusiva de Huang. La voz de alarma sobre la escasez de mano de obra resuena en los despachos de otros altos directivos norteamericanos, como Larry Fink de BlackRock o Jim Farley de Ford.
El problema se apoya sobre una realidad ya tangible: Estados Unidos afronta actualmente un déficit de 600.000 trabajadores en la industria y de otros 500.000 en el sector de la construcción, un agujero que la revolución de la IA amenaza con hacer mucho más profundo.
En definitiva, la advertencia del consejero delegado de Nvidia pone sobre la mesa una paradoja de nuestro tiempo. El avance de lo digital no solo no hará desaparecer los oficios manuales, sino que los convertirá en una pieza indispensable. Harán falta, según sus propias palabras, cientos de miles de operarios para construir las catedrales tecnológicas del siglo XXI, un recordatorio de que bajo cada línea de código subyace una red de cables, tuberías y hormigón.
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