Investigación científica
Las nuevas tiritas aceleran la cicatrización de las heridas
Existen muy diferentes tipos de apósitos para cortes y rozaduras, aunque es crucial limpiar bien antes la herida
Las tiritas son un elemento básico de primeros auxilios. Pequeños cortes, rozaduras por el calzado, son algunos de los problemas a los que dan solución.
Hoy en día en el mercado existe una gran oferta y distintos tipos de apósitos, como los tradicionales, compuestos por una lámina protectora. El material permeable permite pasar el aire y vapor de agua, lo que facilita la transpiración de la piel y la cicatrización de la herida.
En la actualidad, el plástico es el material más utilizado. Junto con la tela, aunque ésta tiene el inconveniente de dar un aspecto algo sucio de la zona con el uso.
Para los más pequeños, se pueden encontrar curiosos ejemplares con motivos de dibujos animados que facilitan la curación de la herida a los padres.
En el caso de las pieles sensibles, se pueden utilizar apósitos de papel. Por otro lado, los apósitos elásticos se ajustan a la forma en cada momento, permitiendo mayor movilidad. Otra clase de tiritas son las denominadas «corta-sangres», que absorben mayor cantidad de sangre porque tienen más grosor.
Los apósitos conocidos como hidrocoloides se emplean preferentemente para el cuidado de los pies, como las ampollas, las rozaduras o las durezas. El exudado de la herida se absorbe y se transporta en el apósito, lo que facilita las condiciones de cicatrización rápida.
Existen en el mercado los llamados apósitos líquidos, que son de los más novedosos. Proporcionan una cicatrización más rápida, porque forman una película protectora flexible y transpirable que aísla la herida del agua, así como de las bacterias y la suciedad y garantiza la prevención de infecciones. Y tan importante como el propio apósito, es la forma en la que éste se coloque. Lo importante es adherir la tira sobre la piel seca y sana para evitar en la medida de lo posible que queden arrugas o alguna zona dañada al aire.
Higiene
No obstante, antes de colocar las tiritas, es necesario tener en cuenta otros factores higiénicos, como lavarse bien las manos con abundante agua y jabón para evitar una posible infección y aplicar también un antiséptico con una gasa estéril y no –como se acostumbra– con algodón, ya que éste puede dejar algunos restos en la herida.
La limpieza de la misma se realizará bien con agua fría, suero fisiológico o con agua oxigenada. Pero siempre desde el centro hacia los extremos para que no quede suciedad dentro.
Es importante cortar los pelos o los posibles restos de piel con tijeras de punta redonda y aclarar los restos de jabón o de agua oxigenada con agua.
En ocasiones puede quedar algún cuerpo extraño adherido a la piel. En ese caso no se debe intentar extraerlo. Tampoco se deben tocar las heridas con las manos, la boca o con cualquier otro material sin esterilizar, ya que existe riesgo de infección.
Hay ciertas costumbres, como soplar sobre la herida, especialmente cuando se trata de líos niños, pero es un acto incorrecto. Tampoco hay que lavarla si es muy profunda. Sólo se debe cubrir con apósitos estériles y acudir al médico.
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