La Sanidad hace el primo

La Sanidad española va a pagar cara la prima. Tanto, que al final puede incluso que haga el primo. La ecuación es simple: una mala gestión económica suele acabar aumentando el diferencial con el fatídico bono alemán y disparando el riesgo país. Al elevarse los intereses que se pagan por la deuda, el Gobierno tiene que echar mano de otras partidas para pagarlos. El resultado es que tarde o temprano se ven afectados algunos de los pilares del llamado Estado del Bienestar. Ocurrió en Irlanda. Sucedió también en Portugal y Grecia y amenaza con repetirse en Italia y, desgraciadamente, en España. Como la Administración Central y las autonómicas se encuentran en la obligación de enjugar sus deudas y atajar sus déficits, echan mano de áreas como la Sanidad, la gran tarta del pastel presupuestario.

A la vista de lo ocurrido este verano en los mercados financieros, todo el que diga que 2012 será mejor que este año para sectores como el sanitario se equivocará de cabo a rabo. ¿De dónde sacarán el Gobierno y las autonomías el dinero para hacer frente a sus gigantescos débitos y a sus altos intereses? ¿Cómo afrontarán esta nueva recesión? Ya empieza a atisbarse, pero se observará con toda su crudeza en el próximo ejercicio. De momento, las farmacias no cobran o lo hacen tarde y mal, la industria ha sido de nuevo una de las grandes damnificadas por el recorte estival diseñado por Elena Salgado para contentar a Europa, y las plantillas han escaseado en los centros sanitarios, mientras comunidades como Cataluña perfilan medidas de ahorro draconianas.

Si el paisaje que se vislumbra es malo, el que aguarda aún es terrorífico. La Sanidad languidece mientras el Ministerio sestea y no se entera de la misa a la media. O no quiere enterarse.