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Cuál era el número real de pasajeros a bordo

Cuál era el número real de pasajeros a bordo
Cuál era el número real de pasajeros a bordolarazon

La compañía Costa Cruceros no fue capaz de decir el número exacto de personas que se encontraban a bordo del «Costa Concordia» el 13 de enero. Las agencias de noticias dan cifras que parece mentira que puedan ser imprecisas –«más de 4.200», «unas 4.230»– en un crucero de una naviera tan importante y que tenía paradas previstas en tres países de la Unión Europea (España, Francia e Italia). La naviera abrió la horquilla de pasajeros de 4.229 a 4.234. Cuando la Policía comenzó a investigar y los familiares denunciaron a los desaparecidos, las cifras tampoco cuadraron. Mientras que las autoridades italianas tenían una lista de 32 personas identificadas como muertas o desaparecidas, es decir, que no volvieron a encontrarse con los suyos, una semana después del accidente, Costa Cruceros sólo confirma los datos de 27. Aun así, los equipos de rescate no han dejado de buscar a 12 alemanes –la mayoría jubilados–, siete italianos (entre ellos una niña de 5 años y su padre), seis franceses, dos peruanos, una pareja de estadounidenses de Minnesota, un músico húngaro –que volvió a por su violín al camarote– y un indio.

Una española a bordo, Purificación Balbás, contó a este periódico que 25 minutos antes de que se escuchara el golpe en plena cena y el buque se encallara, vio al capitán Francesco Schettino con una chica rubia, ambos muy entretenidos. El fiscal Francesco Verusio, que se está encargando del caso, también intentó saber quién era esta misteriosa joven, pero no la encontró ni como pasajera ni entre el listado de los tripulantes, lo que abre el interrogante: ¿se puede ser «polizón» en un crucero de lujo? Hasta que la propia moldava, de 25 años, no decidió conceder una entrevista a una televisión, nadie sabía el nombre de la joven, Domnica Cemortan, ya que, como ella mismo indicó, normalmente era traductora pero esa semana estaba de vacaciones. El jueves, la propia compañía reconoció –sin dar su nombre– que la mujer sí se había registrado en el barco y que estaban preparados para dar a las autoridades tanto su identidad como el billete. ¿Por qué tantos días después?