Los dos PSOE en el pasillo

En los pasillos de la Asamblea se vivió ayer una situación curiosa, sobre todo en contraste con el año pasado. En el último Debate sobre el Estado de la Región, el secretario general del PSM, Tomás Gómez, se dedicó a perseguir a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, por las traseras del hemiciclo hasta que se topó con ella y las cámaras para lograr inmortalizar el momento, una manía que también ha sufrido recientemente Trinidad Jiménez.

Entonces, los rumores sobre las aspiraciones a la Alcaldía madrileña de Aguirre llenaron de coraje a Gómez que le espetó: «adiós, presidenta saliente». Sin embargo, el líder del PSM salió escaldado de su bravata ya que, ni corta ni perezosa, Aguirre le recordó: «pero si tú no eres ni candidato». Quizás para evitar un rapapolvo similar, ya que sus circunstancias son las mismas que el año pasado, o porque está enfrascado en su particular guerra interna, el caso es que ayer Tomás Gómez procuró no cruzarse en ningún momento con la presidenta regional. Aún así, no pudo evitar generar una situación surrealista, en cierta manera, ya que fueron cuatro los portavoces que hablaron en nombre del Partido Socialista de Madrid. La primera fue Maru Menéndez, portavoz socialista en la Asamblea, que criticó el «último discurso de la presidenta». Un argumento que utilizó también el secretario general del PSM, que se postuló como el siguiente en presidir la Comunidad. Sin embargo, los siguientes en la ronda de voces del PSM, el portavoz de la Plataforma de apoyo a Trinidad Jiménez, David Lucas; y el diputado regional, Adolfo Navarro, también autoproclamaron a la ministra como sucesora de Aguirre.

Mientras tanto, la rival de Gómez, no apareció por el Debate ni tampoco se la espera hoy a causa de sus responsabilidades como titular de Sanidad. Una agenda que, minutos después de terminar a mediodía, cambió rápidamente por la de candidata a las primarias para buscar el voto socialista en varias agrupaciones madrileñas con el aspirante a candidato a la Alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky.


La anécdota: A falta de Blackberry o IPhone, literatura
Casi dos horas de discurso cansan a cualquiera y ayer entre los diputados regionales y los invitados como público el entretenimiento más común era el teléfono móvil. Al otro lado del hemiciclo el debate estaba entre dos marcas: Blackberry vs IPhone, aunque siempre estaba quien ganaba de mano como la consejera Paloma Adrados que presumió de Ipad. Con todo, algunos optaron por el pasatiempo analógico de toda la vida y, una vez repasada la prensa diaria, nada mejor que retomar la novela de cabecera antes de salir a comer.