Miguel Delibes se dispara

Sin precedentes. Más de 250.000 ejemplares en tres meses. Como los grandes premios Nobel, o mejor. Miguel Delibes desapareció hace tres meses, pero sus libros siguen estando entre los títulos más vendidos. Y con unas cifras que desearían muchos jóvenes escritores. «El camino» es la punta del iceberg. Detrás viene el resto de su obra. No hace falta enumerarla. Se conoce de sobra. Por todos. «Cinco horas con Mario», «Los santos inocentes», «Las ratas», «La sombra del ciprés es alargada». ¿Es necesario nombrar más? Es el mejor regalo que podía recibir el novelista. El cariño y la admiración de los lectores. Que su mensaje continúe vigente y se lea entre las jóvenes generaciones. «Se han reeditado todos sus títulos. Más de veinte. Un gran homenaje», recordó ayer Emili Rosales, director de la editorial Destino. Lo hizo durante la presentación de «Miguel Delibes de cerca», publicada por este mismo sello. Es la biografía de Ramón García Domínguez sobre el autor vallisoletano, que ahora se reedita ampliada (se había publicado con anterioridad con el nombre de «El quiosco de los helados») y con unos capítulos finales –«muy emotivos», según Rosales– que cierran definitivamente este volumen. Últimas páginas«Tres coincidencias convirtieron a Delibes en escritor. Que llegara al "norte de Castilla", que descubriera que la pluma no se le daba mal y que se le concediera el Premio Nadal, el más querido para él, más incluso que el Cervantes. Siempre dijo que si no se lo hubieran concedido no habría continuado escribiendo», explicó García Domínguez. El próximo septiembre se editará el VII volumen de la obras completas de Delibes, que, en realidad, es el sexto de la serie, está dedicado a su obra periodística e incorporará dos caricaturas que el autor hizo de Camilo José Cela. «No ha dejado escrito nada. "El hereje"es su último libro. Es cierto que se entretuvo redactando unas cuartillas que, transcritas, corresponden a seis o siete folios mecanografiados –comentó García Domínguez–. Las tituló "Diario de un artrítico rematoide", pero no tiene ninguna importancia. Fue un puro divertimento. Él mismo sabía que "El hereje"fue el último libro que escribiría. Me permitió que se dijera que había escrito estas páginas, pero bajo ningún concepto que salieran a la luz. Y por eso sé que jamás se publicarán». En la otra esquina del legado de Delibes está su correspondencia, el hilo que aún queda por desvelar. «No se va a incluir en sus obras completas. No creo que se publique ninguna clase de correspondencia. La que salió de Vergés no le hizo mucha gracia. Lo consintió por la familia. Pero nada de esto está archivado y no existe ninguna intención. Lo único que se quiere ahora es respetar su voluntad». Este libro surgió a lo largo de múltiples paseos que el autor compartió con el novelista. Los dos estaban de acuerdo en hacer una obra amena, al alcance de cualquier lector y no sólo de especialistas. En esas conversaciones surgieron todos los temas. Algunos del pasado, otros del presente, unos que iban y venían, como el Nobel. «Le parecía bien, pero sabía que no se lo iban a dar porque ya se lo habían entregado a Cela y con eso se reconocía la literatura de posguerra». Lo que ha quedado pendiente es el busto que le estaba haciendo Antonio López. «Fue algo que propuso el propio artista. No un encargo. Pero parece que todavía no lo ha terminado. A veces, Delibes preguntaba por esa obra, pero no la vio terminada».

Un hombre de fidelidadesMiguel Delibes, uno de los escritores homenajeados este año en la Feria del Libro de Madrid, cuenta con otra publicación reciente sobre su figura: «Soy un hombre de fidelidades» (Esfera de los Libros), una obra de conversaciones de César Alonso de los Ríos que se reedita ahora. Unas páginas a través de las cuales podemos escuchar de nuevo al novelista y saber sus opiniones sobre Castilla, la soledad o los entresijos sobre el oficio de escribir.

TÍTULO: «Miguel Delibes de cerca». AUTOR: Ramón García Domínguez. EDITORIAL: Destino. 28 euros.