Rajoy pide contrapartidas a París y Berlín a cambio de cumplir con el déficit

MADRID- Y esta semana también solemnizará en Marsella que España «hará lo que tenga que hacer» para cumplir sus compromisos y ajustarse a la regla de déficit, condición imprescindible en la Europa refundada por París y Berlín para mantenerse en el núcleo de decisión. Ahora bien, no todo son «síes», ya que Rajoy no aprueba una Europa de dos velocidades y prefiere que la reforma de los Tratados se haga incluyendo a los 27 Estados miembros. Por si las dos velocidades se consolidasen, su mensaje preventivo es que España estará «sin ninguna duda» dentro del primer grupo.

Tal y como piden Francia y Alemania, entre sus primeras medidas estará aprobar en el ordenamiento nacional la Ley de Estabilidad que imponga la regla de oro del déficit en todas las Administraciones Públicas. Por tanto, según precisan en su entorno, cree en la armonización fiscal y presupuestaria en la zona euro, pero también cree imprescindible la intervención en los mercados durante un periodo transitorio. Es decir, que a París y a Berlín les está haciendo llegar el mensaje de que España cumplirá, pero que a cambio debe recibir ayuda de las instituciones comunitarias y del Banco Central Europeo (BCE). El papel final de este último sigue estando bajo la incertidumbre, aunque el eje franco-alemán confirmase ayer su rechazo a los eurobonos. Rajoy cree que el BCE debe fortalecerse y también ha defendido los eurobonos en algunas ocasiones, y continúa haciéndolo, como solución puntual.

Por otra parte, su Gabinete ya tiene amarrada la agenda de la cumbre del Partido Popular Europeo (PPE). El miércoles por la tarde Rajoy se entrevistará con el secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, de gira por Europa. El jueves se celebrarán las bilaterales con la canciller alemana y con el presidente francés, así como con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Duro Barroso, y con otros primeros ministros como el polaco, Donald Tusk. En su intervención ante el plenario del cónclave del PPE Rajoy reiterará su compromiso con una intensa agenda reformista y con el ajuste del gasto público.

La cumbre europea monopolizó ayer la reunión del Comité de Dirección del PP sobre la base del «acuerdo cerrado» con José Luis Rodríguez Zapatero para que tanto Gobierno entrante y saliente defiendan al unísono, «sin ningún matiz», el mismo mensaje ante la UE –queda pendiente una última conversación entre los dos, que podría ser en el transcurso de la comida que organiza José Bono en el Congreso, y a a la que ambos tienen previsto acudir–. Hoy se espera que Rajoy se pronuncie en el marco de la recepción en el Congreso con motivo del Día de la Constitución.

El traspaso echa el cierre
En clave doméstica esta semana será decisiva para la culminación del proceso de traspaso de poderes. Ayer el ministro en funciones de la Presidencia, Ramón Jáuregui, mantuvo una última reunión de esta primera fase con Soraya Sáenz de Santamaría para perfilar flecos pendientes. A día de hoy ya han revisado todos los Ministerios, uno a uno, con la comparecencia de algunos altos cargos de perfil más técnico. Para el PP la prioridad son los datos de ejecución presupuestaria y la cifra de cierre del déficit público, ya que de la situación real de la contabilidad dependerá el alcance del ajuste del gasto público que Rajoy tendrá que ejecutar entre sus primeras decisiones y trasladar a los próximos Prespuestos Generales. A partir de esta mañana debe empezar a llegarles los dossieres por escrito que han solicitado a los socialistas, ya que, de lo requerido, no tenían ningún informe preparado. Si quedan cuestiones sin aclarar podrían celebrarse nuevas reuniones.