Jaque a la otra reina del Sur

Pero tras esta actividad se escondía la de la cabecilla de uno de los grupos de narcotraficantes más importantes de Europa que fue detenido el pasado mes de enero en Madrid. Su historia encaja perfectamente en el argumento de «La reina del Sur» o «Sin tetas no hay paraíso». Esto es lo que pensaron Begoña Chamorro y Teresa de la Torre, que fascinadas por este perfil decidieron realizar un reportaje al que han llamado «Jaque a la reina» y que se estrena esta noche en Antena 3. Partiendo sólo de la foto de una ficha policial, los responsables de «Equipo de investigación» se pusieron manos a la obra para intentar desvelar cómo era en realidad Ana María Cameno.

Advertencias
Y es que la actividad de Cameno no despertaba las sospechas entre los que la conocían pero sí en la Policía, que llevaba más de dos años siguiendo sus movimientos. «Compraba en las tiendas de la Milla de Oro de Madrid, donde no nos han ayudado mucho a la hora de encontrar información porque se preocupan por la confidencialidad de sus clientes», señala Begoña Chamorro, que también apunta a lo difícil que les ha resultado obtener datos sobre Cameno. «A medida que nos metíamos en la historia recibimos advertencias de todo tipo y es cuando nos dimos cuenta de que nos estábamos metiendo en el mundo del hampa y que podía ser peligroso», confirma Chamorro. La investigación de los responsables del programa ha resultado muy ardua porque «sin previo aviso nos suspendían las entrevistas o no nos daban todos los datos por los que preguntábamos. Ha sido un trabajo muy difícil», asegura Chamorro.

Ana María Cameno vivía obsesionada con su seguridad: contaba con 500 móviles, operaba en cinco pisos francos de Madrid y se gastaba miles de euros en ritos de santería cubana para dar suerte a todos sus negocios. Por eso el trabajo policial de la UDYCO fue muy laborioso. El reportaje cuenta con el testimonio de los agentes que siguieron durante dos años a Ana María que narran cómo se desenvolvía la implicada para no despertar ninguna sospecha. Y como toda reina, también tenía su rey... o su duque. «Estaba casada con David, un chico guapísimo aficionado al mundo de los gimnasios que actuaba como su lugarteniente», señala Chamorro, quien asegura que uno de los aspectos que más le ha sorprendido de la trama es que «todos los personajes implicados son atractivos, parecen salidos de una película o de la propia serie ‘‘Sin tetas no hay paraíso''. No en vano, Cameno se consideraba a sí misma ‘‘la otra reina del Sur''».