Informe PISA

Un certificado para los alumnos que no logren aprobar la ESO

Consulte en el documento adjunto los datos sobre el abandono tras la educación obligatoria

La Razón
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Madrid- El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha retomado un proyecto de su antecesor en el cargo, Ángel Gabilondo, y concederá un certificado de estudios a los alumnos que finalicen la Educación Secundaria Obligatoria aunque no obtengan el título de Graduado ESO. De esta manera, los estudiantes tendrán un documento que acredite su formación –aunque sea incompleta–, un papel acreditativo que desapareció con la LOE. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer las condiciones en las que se concederá este certificado, que los alumnos deberán recoger en el centro educativo –ya sea público o privado– en el que han realizado el último curso académico, que irá acompañado de su historial académico. Según establece el BOE, una copia del certificado se archivará en el centro educativo junto al expediente del alumno y se dejará constancia, tanto en el expediente como en el historial, de la entrega del certificado. En el certificado de estudios obligatorios se consignarán al menos los datos oficiales identificativos del centro educativo, así como la fecha de comienzo y de finalización de su escolaridad y las materias o ámbitos cursados con las calificaciones obtenidas en los años que ha permanecido escolarizado en la ESO. Otro de los documentos que se adjuntarán a la documentación del estudiante será el informe de la junta de evaluación del último curso escolar en el que haya estado matriculado el alumno, en el cual se indicará el nivel de adquisición de las competencias básicas, así como la formación complementaria que debería cursar para obtener el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. El certificado de estudios es una figura que se estableció en la ley de educación primaria de 1945 y en la reforma de 1965, que pasó a denominarse certificado de estudios primarios. La Ley Orgánica de Educación acabó con esta figura, que el ex ministro Gabilondo ya intentó recuperar al final de la pasada Legislatura. El planteamiento inicial era que la reforma educativa incluyera la emisión de un «certificado de adquisición de competencias básicas» para acreditar los estudios realizados. De hecho, Gabilondo insistió en la necesidad de acreditar la formación de cada alumno. Para Gabilondo era una cuestión básica, porque hasta ahora «el sistema educativo abandona al estudiante, por eso hay que ser rigurosos, que no rígidos».