Elecciones generales

Alarte tiene difícil la paridad en la lista autonómica de Valencia

Son más los hombres que suenan para integrar la lista

La Razón
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Valencia-La paridad hombre-mujer en las listas electorales del PSPV suele entorpecer bastante la elaboración de las mismas y suele dar cargo, en ocasiones, a quien de otro modo no lo tendría.
A pesar de ello, el partido lo cumple a rajatabla y lo volverá a hacer en esta ocasión en las listas tanto municipales como en la autonómica.
Por lo que respecta a esta última y en lo que respecta a la provincia de Valencia, son muchos los hombres y pocas las mujeres que podrían estar ya nominados. Ello no es problema, porque siempre se encontrará a una mujer que quiera integrarse en las listas pero, al ser alternos hombre-mujer, los «fijos» varones de la lista pueden irse a puestos «peligrosos», si el PSPV sufre un descalabro electoral, como auguran algunas encuestas, incluso del propio partido.
Entre los que suenan para ocupar escaño en el hemiciclo, se halla, obviamente, Jorge Alarte, que parece que en esta legislatura sí que ingresará en la Cámara autonómica, algo que ya intentó la legislatura pasada, e Ignasi Pla evitó.
También es lógico que entre en la lista Víctor Sahuquillo, mano derecha de Jorge Alarte y secretario de Acción Electoral del PSPV.
Por la cuota de Izquierda Socialista parece que el elegido es Juan Soto, ya que su continuidad en el Ayuntamiento de Valencia es difícil después de apoyar la candidatura en primarias de Manuel Mata contra Calabuig.
Otro de los que parecen tener la plaza asegurada es Rafael Rubio, cuya estrella menguante le hará dejar las mieles de la portavocía de la oposición de la Diputación para consolarlo con un puesto raso de diputado.
Alfred Boix, secretario de Nuevas Tecnologías, parece ser que ya le toca el turno de entrar en la Cámara autonómica y también suena para repetir Francesc Signes.
Si entre cada uno de ellos hay que introducir una mujer, los «seguros» de la lista pueden ocupar puestos más allá de la decena, lo que se considera, «sotto voce», de alto riesgo.