Cesc responde a la fe de Vilanova

Barcelona- Cesc Fàbregas se ha convertido en el mejor fichaje para Tito Vilanova. El técnico ha mantenido su confianza en el centrocampista contra viento y marea, contra las críticas hacia su falta de adaptación al juego del Barcelona, que no han sido pocas, y él está respondiendo como el gran jugador que se supone que es. Cesc se ha ganado el puesto en un centro del campo con jugadores como Busquets, Xavi e Iniesta. Y eso dice mucho de su esfuerzo y compromiso con el equipo y con sus compañeros. No se le ha escuchado una sola queja desde que regresó a Barcelona. La autocrítica, en cambio, sí ha estado presente en su discurso.

Cesc se ha pasado muchos meses sin ver puerta, meses en los que ha tenido que escuchar todo tipo de críticas. Rompió su sequía en el Pizjuán, donde anotó dos goles, y desde entonces se ha asentado en el once de Vilanova, que nunca ha perdido la fe en él. Fàbregas es el único jugador de campo que ha sido titular en las nueve jornadas de Liga, lo que dice mucho de la confianza de su entrenador.

Después de alternar entre el centro del campo y la delantera con Pep Guardiola, Cesc ha encontrado su hogar como interior bajo la batuta de Vilanova, que le conoce perfectamente desde su etapa de cadete, cuando ya lo tuvo a sus órdenes. El de Arenys aporta mucha llegada desde segunda línea, pero también posee ese gen del último pase que tienen los bajitos del Barcelona. En el estadio de Vallecas se asoció con Villa y Messi, y elevó su cuenta de pases de gol a seis en la Liga. Su mejor socio es Messi, jugador con el que tiene una conexión especial dentro del campo y que Vilanova está explotando a la perfección.
Con la goleada ante el Rayo, el técnico ha igualado el mejor inicio liguero de la historia del club, que poseía el equipo de Louis van Gaal en la temporada 1997-98. Pero Vilanova tiene aún mucho trabajo por hacer a pesar de todo. Si su confianza en Cesc está dando sus frutos, con Alexis Sánchez ocurre todo lo contrario. Existe ya cierta preocupación en el seno del cuerpo técnico ante el bajo rendimiento del chileno. Llegó al Barça con vitola de estrella mundial y no ha acabado todavía de explotar.

La temporada pasada, las lesiones no le dejaron tener la continuidad deseable. Pero en este curso su mejor juego sigue sin aflorar y no hay razones aparentes para explicarlo. Tenía el sitio asegurado en el once a principio de temporada, pero lo ha perdido ante el empuje de Villa y también por su bajo rendimiento. El «Guaje» demostró en Vallecas que ya está preparado para regresar regularmente al equipo titular y respondió con otro gol, el cuarto de la temporada. Marca uno cada 65 minutos.