San Diego
Ellas tienen más dolor
La manera en la que las mujeres experimentan el dolor crónico es más intensa, más prolongada en el tiempo y con una frecuencia más elevada que los hombres, según han afirmado los expertos reunidos en la 118 Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), que se celebra estos días en San Diego (Estados Unidos).
La manera en la que las mujeres experimentan el dolor crónico es más intensa, más prolongada en el tiempo y con una frecuencia más elevada que los hombres, según han afirmado los expertos reunidos en la 118 Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), que se celebra estos días en San Diego (Estados Unidos).
"El dolor crónico afecta a una mayor proporción de mujeres que de hombres en todo el mundo, de hecho, se ha comprobado que enfermedades que implican este tipo de dolor como la fibromialgia, el síndrome de colon irritable, la artritis reumatoide y las migrañas son más prevalentes entre el género femenino", ha asegurado la especialista del Centro de Medicina Conductual de Atlanta (Estados Unidos) Jennifer Kelly.
Para los psicólogos, el dolor se convierte en crónico cuando perdura más de seis meses y la mayoría de los tratamientos médicos han sido probados sin éxito. De este modo, y según la experiencia acumulada en su actividad diaria, los psicólogos afirman que las mujeres también son más propensas a sufrir varios dolores de forma simultánea, algo que puede conducir a una mayor ansiedad psicológica y a una probabilidad más alta de discapacidad.
Las hormonas podrían ser las culpables de estas diferencias entre mujeres y hombres, dice Kelly, quien apunta que los estrógenos juegan un claro papel en trastornos como las migrañas. Además, que las chicas alcancen antes la pubertad y experimenten cambios de forma más intensa también influye, ya que la llegada a la adolescencia de los hombres se hace de forma más gradual y los cambios son más "estables", explica el informe de la reunión.
Asimismo, "la percepción del dolor también varía según la fase del ciclo menstrual en el que se encuentre la mujer; por ejemplo, el trastorno de la articulación temporomandibular (dolor de mandíbula) es más intenso y frecuente en el periodo premenstrual que durante el resto del ciclo", comenta Kelly.
A la hora de tratar el dolor también hay diferencias entre hombres y mujeres. Mientras el género masculino responde mejor a los opiáceos, las mujeres sufren efectos secundarios más frecuentes al tomar analgésicos. "Las diferencias genéticas y hormonales podrían ser la razón de estas diferencias, aunque cada vez está más claro que los factores sociales y psicológicos también son importantes en este punto", aclara la investigadora estadounidense.
Según su experiencia en el Centro de Medicina Conductual de Atlanta, esta psicóloga asegura que "las mujeres tienden a enfocar el dolor en su vertiente emocional, mientras que los hombres se centran más en las sensaciones físicas que experimentan". "Al concentrarse más en las emociones que les generan el dolor, el resultado es más dolor, probablemente porque las emociones asociadas al dolor son negativas", explica.
Como solución, esta psicóloga propone a sus pacientes que utilicen estrategias de control cognitivo para cambiar las sensaciones que obtienen del dolor. "Si la mujer puede ver que el dolor es algo que puede ser manejado y puede trabajar para aplacarlo, podrá generar cambios positivos en su vida que mejoren su vida diaria", comenta esta experta.
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