Terrorismo
Excarcelado un etarra el primero tras la «tregua» por motivos de salud
La Audiencia Nacional ha acordado conceder la libertad condicional al etarra Miguel María Ibáñez Oteiza –condenado a 27 años de cárcel como cooperador necesario del asesinato del empresario Patxi Zabaleta en 1988– por motivos de salud. La decisión cuenta con el visto bueno de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Martutene (San Sebastián), donde cumplía condena, y de la Fiscalía.
A Ibáñez Oteiza –enfermo de cáncer y que en julio pasado sufrió un infarto de miocardio– ya se le concedió el tercer grado a finales de 2010, después de que el 27 de diciembre tuviera que ser ingresado en la UVI del Hospital de San Sebastián con una infección generalizada. El juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, sustenta su decisión en el derecho del etarra «a una muerte digna» y en los «principios de humanidad». El magistrado sostiene que, a la vista de su grave estado de salud, «la pena ya no cumple la finalidad de resocialización del penado», antes de recordar que el final de la vida de un ser humano «es el más difícil de afrontar física y psíquicamente».
No obstante, el juez le obliga a permanecer en el domicilio fijado y le prohíbe cualquier participación en actividades de grupos «que apoyan y justifican la violencia terrorista».
Por otro lado, la Audiencia Nacional ha otorgado la libertad bajo fianza de 30.000 euros a los miembros de SEGI Mikel Arkaitz Totorika y Haritz Petralanda, tras ponderar que llevan más de un año en libertad provisional y su arraigo familiar y laboral. Eso sí, los dos imputados deberán comparecer una vez por semana en el juzgado más próximo a su domicilio.
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