Bucarest
El Atlético provoca el éxtasis en Neptuno
La celebración en la Plaza de Neptuno, marcó el éxtasis final de los festejos por la conquista de la Liga Europa, con miles de aficionados rojiblancos que desbordaron el tradicional lugar de celebraciones del Atlético de Madrid y coparon las calles adyacentes.
Si centenares de seguidores habían acompañado a los jugadores a la Catedral de La Almudena y el número aumentó durante el periplo por el Ayuntamiento y la sede de la Comunidad, nada pudo compararse con la llegada a la Plaza de Neptuno, un lugar que los atléticos sienten como propio y donde fue imposible contener la euforia.
Conforme al horario previsto, el autobús descapotado entró en la plaza a las ocho de la tarde, jaleado por una afición que coreó con insistencia del nombre del colombiano Radamel Falcao, el héroe de la final, al marcar dos goles, y del técnico Diego Simeone.
Una vez en la plaza, miles de personas entonaron el himno, bufandas y banderas al aire, aplaudieron a sus ídolos y vivieron la apoteosis final cuando el capitán anudó una bufanda al cuello del dios Neptuno.
La "parada rojiblanca"había comenzado sobre las cinco de la tarde en la Catedral de La Almudena, donde el club ofreció el título a la Patrona de Madrid, "y del club"como dijo el presidente, Enrique Cerezo.
En una breve ceremonia, el obispo auxiliar, César Franco, que ofició el acto en ausencia de monseñor Rouco Varela, de viaje en Roma; agradeció el gesto del club rojiblanco. "En esta copa, está la deportividad, la solidaridad, el espíritu de equipo y la exigencia. Pido para todo el club que esos valores del deporte sean para todas las personas", explicó.
Por su parte el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo afirmó que la expedición llegaba a la catedral "para dar las gracias y ofertar la copa": "A la Virgen le pedimos que siga intercediendo por esta gran familia rojiblanca, la cual siempre le está muy agradecida", añadió.
Tras las palabras de ambos, los miembros de la primera plantilla subieron hasta el altar y, de vuelta al autobús, se dirigieron al Ayuntamiento.
Allí, fueron agasajados por la alcaldesa, Ana Botella, que ya había acompañado al equipo a la final de Bucarest. "Sois embajadores de la marca Madrid y la marca España. Una parte fundamental del proyecto olímpico", aseguró la alcaldesa.
"Gracias Falcao, gracias Diego por esos goles que significaron el triunfo, gracias a todo el equipo por esa victoria. Gracias Simeone por dirigir al equipo a la victoria y gracias a Cerezo que debe estar si cabe más orgulloso de presidir ese gran club", añadió.
"Estamos orgullosos de ver hoy por las calles a tantas personas disfrutando con los colores de su equipo. Espero que no sea la última vez. Todo ello gracias al esfuerzo de un grupo de hombres que trabajan duro y continuo. Gracias a Madrid por darnos la oportunidad de brindar con una Copa un trabajo de largo recorrido", respondió Cerezo, que regaló una camiseta a la alcaldesa, con el número 12 y su apellido a la espalda.
La siguiente parada, en la sede de la Comunidad, permitió que toda la plantilla viese cómo la afición rojiblanca se había echado a la calle, porque ya en la Puerta del Sol fueron aclamados por miles de seguidores.
Esperanza Aguirre recibió a la expedición y no dudó en calificar a la afición del Atlético como "la mejor del mundo". "Merecen disfrutar esta copa tanto como los jugadores. Hacéis que el Atlético sea parte de la historia", aseguró la presidenta madrileña.
Aguirre celebró la visita rojiblanca a la sede de la Comunidad: "Es una alegría enorme tener aquí al Atlético una vez más. Anoche hicisteis un partidazo contra un rival digno y duro. Los madrileños nos sentimos muy orgullosos de vosotros".
"Este título confirma al Atlético como uno de los grandes de Europa y del mundo. Gracias por llevar el nombre de Madrid y de España a lo más alto", prosiguió.
El presidente del Atlético de Madrid, que regaló una reproducción del trofeo de la Liga Europa y una camiseta con su nombre a Aguirre, abrió los horizontes del equipo: "Esperamos repetir título en el mes de agosto con la Supercopa". Cerezo subrayó que "hay una gran unión entre los jugadores y todos quieren y adoran a este club".
"Simeone -Diego Pablo, el técnico- ha hecho un equipo nuevo en tres meses con trabajo, ganas, entrega e ilusión", elogió el presidente atlético, quien no olvidó dar "gracias a los aficionados por su apoyo incondicional".
Y de fin de fiesta, Neptuno, donde le tocó el turno a Antonio López, el capitán que ingresó con 14 años en el club y que dejará la entidad al finalizar la temporada, fue como hace dos años el de maestro de ceremonias. Presentó a cada jugador de la plantilla y les dedicó a cada uno un comentario jocoso, celebrado por todos los hinchas.
Protagonistas en ese momento, fueron el brasileño Diego Ribas, que está cedido por el Wolfsburgo alemán y al que miles de personas pidieron con insistencia que se quede, y el "Cholo"Simeone, el ídolo de una afición que recuperó la ilusión con su llegada al banquillo.
Subidos a la pasarela que rodeó a la fuente, los jugadores disfrutaron tanto como los aficionados, se fueron pasando de mano en mano el pesado trofeo, hasta que Antonio López ascendió por la escalinata hasta la estatua, anudó una bufanda al cuello y una bandera al tridente, mientras miles de seguidores coreaban: ¡campeones, campeones!.
Fue el final de una fiesta que comenzó en Bucarest, en el momento en el que Wolfgang Stark dio por finalizado el partido y confirmó al Atlético como el nuevo campeón de la Liga Europa.
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