Espectáculos
Para perderse y encontrarse
El Zanzibar abre sus puertas a todo tipo de disciplinas artísticas y a cualquier cultura con el objetivo de evocar lugares lejanos
La verdad es que es difícil definir este local en pocas palabras, ya que la diversidad es su razón de ser. Según Nuria Recia, su propietaria, «cuando abrimos, hace ya casi catorce años, lo hicimos con la intención de que fuese un café donde poder ver conciertos, pero con el tiempo fuimos incoporando más cosas». Y tanto. Hoy, en el «Zanzibar», es posible asistir a actuaciones musicales donde el jazz, el rock, la canción de autor y un largo etcétera, son los géneros que reinan la noches. Pero esto no es todo, queda muchos más. En este sentido, es posible disfrutar de exposiciones fotográficas o pictóricas a la vez que se degusta una buena copa o una buena infusión. Sí, digo también infusión porque es una seña del local. «Nuestra especialidad son los mojitos, preparado con ron de comercio justo, y los cafés y tés. Estos son variados y también son adquiridos a través de este tipo de comercio». Además de los mojitos, que se pueden degustar a un módico precio –cinco euros– es famosa su cotelería en general y su variedad en ginebras premium, con las que se puede seguir descubriendo el resto del bar. Por ejemplo, hay que sumar a las exposiciones y a las actuaciones musicales la presencia de monologuistas y de cuentacuentos. Es más, estamos a pocos días de «Halloween» y para festejarlo el Zanzibar ha programado una noche en las que las historias de terror sean las protagonistas.
Pero como no podía ser de otro modo, existen más disciplinas artísticas de las que disfrutar. Lo que puede resultar más novedoso en este sentido es la «boutique». En este espacio, que no lleva más de un año, es posible acceder a piezas «vintage» de los años 60 y 70 que hoy en día es casi imposible adquirirlas en las tiendas convencionales. «En el caso de las exposicones fotográficas suelen venir artistas nóveles, pero en el tema de la moda estamos todavía empezando, por lo que si alguien nos llama para exponer, estaríamos encantados», explicó Nuria. Por último, quien simplemente quiera ir a tomar algo y estar tranquilamente manteniendo una charla, podrá hacerlo en un ambiente íntimo y relajado, con un fondo musical repleto de músicas del mundo y una decoración que evoca tiempos pasados.
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