Crítica de libros

Luis Racionero: «Evito a las mujeres ya sólo las miro»

Con firma propia. Profesión: escritor.Nació: en 1940, en La Seu d'Urgell (Lérida). Por qué está aquí: presenta su novela «La muerte de Venus». (Ediciones B).

Luis Racionero: «Evito a las mujeres, ya sólo las miro»
Luis Racionero: «Evito a las mujeres, ya sólo las miro»larazon

–«La muerte de Venus». Me imagino que le inspiró la novela el cuadro de Botticelli «El nacimiento de Venus»...
–Sí, para construir un triángulo amoroso entre el pintor, su modelo y Juliano Médici, hermano de Lorenzo.

–La bella modelo se convierte en una obsesión para el pintor. Eso tiene pinta de acabar mal...
–El amor es pensamiento obsesivo. Y lo obsesivo casi siempre acaba mal.

–Venus ha muerto. ¿Quién la ha matado?
–El arte moderno, la vanguardia. Si a esos artistas les hablas de la belleza, se enfadan. Les gusta el feísmo.

–Muerta Venus, ¿qué nos queda?
–Un mundo gris, austero, fanático y depresivo. El mundo que vivimos.

–Me dijo hace poco que ya nunca más entrará una mujer en su casa...
–Para quedarse a vivir, desde luego que no.

–¿Las odia, las teme, las prefiere lejos...?
–Me dijo Josep Pla que las mujeres son para mirarlas de lejos, y algunas pocas, de cerca. Yo ahora las evito, ya sólo las miro.

–No me diga que se ha vuelto misógino...
–¡No! He vivido con seis mujeres. Ya he tenido bastante. Estoy escarmentando y desmotivado.

–Dice que la pasión no correspondida puede envenenar el alma...
–Seguro. Hay que tener la sabiduría de dejar esa pasión, si no, se pasa fatal. Boticelli sufre una pasión no correspondida y se le envenena el alma.

–¿Usted tiene el alma envenenada?
–La tuve con cuarenta años. Me desintoxiqué.

–Ha dicho que cuando las mujeres se hacen mayores, a veces les viene bien que el marido tenga una mantenida...
–Claro, está inventado desde el siglo XVIII. A las mujeres no les gustará nada que lo diga, pero es lo que hay. A ellas se les apaga el deseo antes que a nosotros. Por eso hay muchos viejos verdes y pocas viejas verdes.

–¿Cree que esta sociedad necesita de provocadores?
–No. Necesita que la calmen y la espiritualicen. Hay un materialismo exagerado. Yo no soy agnóstico: soy gnóstico, taoísta, un espíritu zen.

–En fin, ¿el sexo débil es la ruina del fuerte o...?
–El sexo débil, que somos nosotros, es la decepción del sexo fuerte, que son ellas.

–«Después de los 60 años, todos pertenecemos al sexo débil» (Woody Allen).