Un campamento partido en dos

Madrid- Pasaron la noche entre cartones, sofás y colchones antiguos. A pesar de la amenaza de lluvia, ayer, el movimiento 15-M siguió adelante con su reivindicación en la Puerta del Sol, donde se han organizado como si de una comunidad se tratase. Según Rosario, portavoz del movimiento, «se han creado comités para no acarrear gastos». El movimiento 15-M es un colectivo espontáneo de personas que se han congregado voluntariamente para reivindicar la dignidad y la conciencia política y social. Están bien asesorados por un comité jurídico, por lo que no tienen miedo a las represalias. Piden democracia, y para ello, desde el seno del movimiento, celebran asambleas donde se discuten las propuestas que plantea cada comité. En total han creado ocho comités que les permiten estar organizados plenamente. Entre ellos, destacan el de limpieza, comida y el de infraestructura porque son los pilares que sustentan el campamento instalado en la Puerta del Sol. En el primero se encargan de la recogida de basuras, mientras que el segundo reparte comida, mantas y agua. «Por ejemplo, una sidrería de Madrid nos ha donado un cocido y algo de beber», afirma Rosario. El tercer comité se encarga de conseguir todos los materiales necesarios para el mantenimiento del resto del grupo y las carpas que han elaborado con plásticos y cuerdas. También tienen instalado un puesto de enfermería y objetos perdidos para los más despistados. Otros se encargan de informar a los ciudadanos, de atender a los medios de comunicación y de preparar acciones que estén dentro de la legalidad. Cada día celebran lo que han denominado la «Asamblea de Sol» para tomar decisiones entre todos, y no se identifican con ningún colectivo, como es «Democracia Real Ya». «No representamos a ningún partido político ni asociación», explica Rosario. «Este movimiento nació en la manifestación que convocó ‘Democracia Real Ya' el día 15, pero la acampada se formó por gente individual y sin ánimo de lucro», concluye. Sin embargo, durante las asambleas se aprueban o rechazan las acciones. Por ello, aseguran que «las pintadas de la calle Carretas fueron antes de la Asamblea de Sol y por tanto no estaban autorizadas por el movimiento». De la misma forma, colgaron carteles con el lema «Menos botellón y más revolución» para impedir que los congregados en la plaza llevaran bebidas alcohólicas y evitar de ese modo que la manifestación sea prohibida por hacer «botellón» en la calle.

Por la tarde llegó la respuesta de la Junta Electoral ante las protestas juveniles. El comité de Comunicación del movimiento se colapsó ante la posible prohibición de la manifestación de las 20:00 horas, pero nadie les entregó ningún comunicado al respecto. «Nos hemos enterado por los medios de comunicación, no nos ha llegado ninguna orden de la Junta», explicaba Bruno Correa, uno de los portavoces. De inmediato, se comunicó la noticia a la Asamblea de Sol quien se pronunció más tarde con un «No tenemos miedo, no nos vamos». «Es un dictamen que no es vinculante y en ningún caso una prohibición», aseguró Carlota, portavoz y jurista que forma parte del comité de Comunicación. Por la noche mejoraron las carpas para hacer frente a las posibles lluvias y repartieron la cena en el puesto de comida. Gracias a la colaboración de los hosteleros, los jóvenes manifestantes tienen comida y agua durante todo el día. También los voluntarios recogen los desperdicios que origina el movimiento con grandes bolsas de basuras. En el ámbito legal, disponen de un comité que estudia la mejor manera de hacer sus protestas y de que no puedan ser denunciados ni detenidos por sus propias acciones. Durante el día de ayer, los ciudadanos que paseaban por la Puerta del Sol pudieron recopilar información del movimiento gracias a los puestos dedicados a ello, que paralelamente también recogían firmas. «Aún no sabemos qué haremos con las firmas o dónde las presentaremos porque eso se tiene que decidir en la asamblea», explicó uno de los jóvenes. En principio se quedarán hasta el domingo, aunque «decidimos sobre las circunstancias», dicen. El movimiento 15-M quiere aguantar en la Puerta del Sol hasta que las cosas mejoren porque, como bien dicen, «estamos aquí para demostrar que la sociedad no se ha dormido y que seguiremos luchando por lo que nos merecemos, por la vía pacífica».

Pablo Gómez: Movimiento 15-M
«Vamos a ver qué hacemos después del domingo»
–¿Cómo habéis movilizado a la gente para que se una a vosotros a las reivindicaciones?
–Nosotros nos hemos movilizado a través de las redes sociales e internet. Todos los días a las 20:00 horas hay un encuentro en Puerta del Sol y eso aún no ha cambiado. Cuanta más gente venga, mejor, necesitamos todo el apoyo del mundo. Si se quiere que todo esto continúe, que sea escuchada la voz del pueblo, esto tiene que seguir y su continuidad dependerá del apoyo que tengamos.
–¿Entonces, estaréis aquí hasta el domingo, el día de las elecciones?
–Esto tiene una vocación permanente, un carácter de continuidad, pero las decisiones se van tomando periódicamente en las asambleas y de aquí al domingo se decidirán los siguientes pasos a seguir.

Jon Aguirre: «Democracia Real Ya»
«Aquí es donde se está haciendo el verdadero debate»
–¿Qué es lo que le decís a la gente para que se una a vosotros?
–Seguimos como hasta ahora. Animamos a toda la gente a que venga a la acampada y demuestre que la voluntad de los ciudadanos está por encima de todo. Aquí es donde se está haciendo debate, es una experiencia muy satisfactoria, pedagógica y aquí es verdaderamente donde se genera democracia.
–La convocatoria tuvo mucho éxito el pasado día 15 pero sigue camino de convertirse en la más multitudinaria...
 –Sí. Esto es un ejemplo de solidaridad ciudadana y es un ejemplo de democracia real y participativa, así que estamos muy satisfechos de lo que está ocurriendo estos días y el apoyo que estamos recibiendo por parte de todo el mundo.
 

La acampada, como una Torre de Babel
- Los «perroflautas» son una tribu urbana que principalmente se nutre de «hippies», «okupas» y otros colectivos sociales. Se distinguen por su aspecto descuidado y su carácter despreocupado. Su vestimenta se caracteriza por la ropa suelta y colorida
- Los «pijo-progres» son una tribu urbana cada vez más habitual en la sociedad actual, que se caracteriza principalmente por su estética. Como resultado, su vestimenta, así como cada complemento que llevan se cuida al milímetro, pero siguen ideales poco conservadores