Los tres errores de un fiscal con ambiciones políticas

La gran causa de «Cy», como le llaman sus amigos y colegas, dio un giro inesperado el pasado viernes, cuando se hizo público que hay pruebas que ponen en tela de juicio la honestidad de la supuesta víctima, la camarera guineana del Sofitel. Sin embargo, el fiscal ya sabía desde el lunes que el que era un caso sólido como una roca puede que se le deshaga entre los dedos igual que una construcción de arena.

Eso sí, destila fracaso hasta que haya otro nuevo giro. Aun así, «Cy» está muy nervioso. Si pierde, no sólo tendrá que despedirse de sus posibles aspiraciones políticas, también será la tercera vez que pierda una gran causa como fiscal del distrito de Nueva York. Y en Estados Unidos no gustan los perdedores. Nadie duda de sus facultades como fiscal, pero parece que no sabe cómo asegurar sus casos.

Hace semanas, su equipo falló en conseguir que se condenase a dos policías de Nueva York acusados de violar a una mujer, a la que acompañaron a su casa en estado de embriaguez. A pesar de que Vance no logró que les hallasen culpables de este cargo, el departamento de Policía optó por despedirles después de ser hallados culpables de delitos menores. También falló en conseguir que se aceptasen los cargos más serios contra dos hombres acusados de conspirar para hacer saltar por los aires la sinagoga más grande de Manhattan.

1.100 casos al año
Desde que asumió su puesto, el fiscal no sólo ha tenido que estar pendiente de los 1.100 casos que maneja su oficina cada año, también de buscar el equilibrio entre ser el fiscal jefe de Manhattan y el carácter político del mismo. A su puesto se accede a través de un proceso electoral. Por eso, tiene que jugar con las reglas de la arena política en cuanto a los medios de comunicación y votantes se refiere. Y, de momento, lo ha hecho bastante mal.

Otra camarera denuncia acoso sexual
La BBC informa de que una camarera guineana, Diane Diallo, ha denunciado que sufrió acoso sexual por parte de un hombre del círculo de la familia real de Qatar, cuando ésta se disponía a limpiar una habitación del hotel Park Hyatt de París. La denunciante lamenta que la Policía francesa se haya desentendido del tema. Las denuncias de camareras por acoso se han duplicado desde el caso DSK, según la Asociación Europea contra la Violencia a las Mujeres.