Roma
Roma y la OTAN se culpan de dejar morir a un centenar de inmigrantes
La operación para socorrer a un barco con destino a Lampedusa, en el que fallecieron hace dos días decenas de inmigrantes libios, ha dado pie a un duelo de reproches entre el Gobierno italiano y la OTAN. El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, exigió ayer a la Alianza una investigación por la presunta negativa de uno de sus buques a socorrer al navío, que durante más de 48 horas permaneció a la deriva
En su interior murieron decenas de inmigrantes cuyos cadáveres debieron arrojarse al mar, según el relato de los supervivientes. Sin embargo, la OTAN declinó su responsabilidad, alegando que las autoridades marítimas italianas le habían comunicado el envío de tres barcos y de un helicóptero para socorrer a los afectados, por lo que no consideró necesaria su intervención.
El barco, en el que viajaban unos 300 inmigrantes, había partido de la costa libia el miércoles pasado y no fue socorrido hasta el jueves por un barco chipriota y por dos patrullas de la Guardia Costera italiana, que finalmente lo remolcaron hasta Lampedusa.
Según el Ejecutivo italiano, un buque de la Alianza que se encontraba a 27 millas de su travesía no habría prestado ayuda a la tripulación, no atendió a la llamada de socorro realizada desde la embarcación chipriota y habría respondido con un tajante «no» a la posterior solicitud de socorro de la guardia costera.
El comandante de la Capitanía del Puerto de Lampedusa, Antonio Morana, aseguró a Efe que la embarcación fue socorrida inicialmente por un helicóptero italiano surtido de productos de primera necesidad al que algunos inmigrantes habrían intentado subirse. Más tarde, el socorro fue gestionado directamente desde Roma, y para alcanzar la embarcación, que se encontraba a 90 millas de la isla, las patrulleras necesitaron cuatro horas.Un portavoz de la Alianza Atlántica aseguró, no obstante, que se está trabajando estrechamente con las autoridades italianas para esclarecer lo ocurido.
El drama de los refugiados
Desde que se iniciaron los combates en Libia, alrededor de 1.500 inmigrantes han desaparecido en las aguas del Mediterráneo, según informó recientemente ACNUR. Los cuerpos de cientos de ellos fueron arrojados al mar tras fallecer de asfixia o de hambre en su tortuosa huida hacia el sur de Europa.
Por ello, el ministro Frattini aprovechó los últimos acontecimientos para solicitar a la OTAN responsabilidades frente a la huida masiva de refugiados –que por el momento tampoco obtienen ese estatus cuando consiguen desembarcar en Italia–. Frattini ha apelado a las resoluciones 1970 y 1973 de las Naciones Unidas, que garantizan la protección y rescate de aquellos que, por razón de conflicto bélico, se vean obligados a huir por mar.
Apaleados hasta la muerte
Los seis presuntos contrabandistas detenidos en Lampedusa el pasado miércoles como supuestos responsables de la muerte de 25 inmigrantes en una embarcación que llegó a esa isla italiana con otras 271 personas a bordo fueron puestos ayer a disposición de la Policía de Agrigento (Sicilia). Los arrestados –de nacionalidades somalí, siria y marroquí– deberán responder de la muerte por asfixia de 23 inmigrantes en la bodega de la embarcación y de otras dos personas que fallecieron a golpes. Según varios testigos, los dos inmigrantes fueron apaleados hasta la muerte cuando intentaron escapar de la bodega donde se encontraban hacinados. Sus cadáveres fueron arrojados al mar.
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