Elecciones

Mr Hyde Pepiño por Fernando Vilches

Entre las varias acepciones que da el DRAE del vocablo «oposición», podríamos elegir para nuestro propósito la de «Conjunto de grupos o partidos que en un país se opone a la política del Gobierno». En España, esta definición la podríamos circunscribir al «Grupo más numeroso del Congreso que no ha logrado alzarse con el poder en las elecciones».

La Razón
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Digo esto porque en nuestro país, salvo el PP, los demás grupos intentan sacar del Gobierno cuantas más prebendas mejor y son, por tanto, una «oposición» sui géneris. Se supone que la ciudadanía espera del grupo llamado «oposición» que ejerza, es decir, que critique las medidas del Gobierno que no le parezcan acertadas y que se oponga a ellas. Y esto, con el PSOE en el poder, es harto difícil de realizar.

Si se critica la nefasta política económica que ha llevado a la cifra de casi cinco millones de parados y la ausencia de reformas eficaces que cambien esta situación, alguien del Gobierno dice que la oposición está actuando contra España. Si se critica la excarcelación de algún terrorista, o el chivatazo de alguien muy cercano al Gobierno que impide una operación antiterrorista importante, el señor Zarrías dice que se está dando alas a los terroristas. Si se critica la corrupción descubierta en Andalucía con el problema de los ERE falsos, lo que se intenta es la muerte civil de una familia.

Exabruptos mitineros
Y, en este momento estelar, es cuando aparece Mr. Hyde, otrora Pepiño Blanco, para llamar cobarde al líder de la oposición o para soltar exabruptos mitineros de escasa altura intelectual. Entonces… ¿de qué puede hacer oposición la oposición sin molestar a quien ha pasado de modesto concejal de pueblo a miembro de la clase media alta?