Cazabombarderos de la OTAN se emplean a fondo sobre Sirte

Trípoli- El alto mando de la OTAN considera que la situación «va a evolucionar rápidamente» en favor de las tropas del Consejo Nacional de Transición y ha decidido poner toda la carne en el asador. Ayer, los avances rebeldes en Sirte y Bani Walid eran evidentes pese a la feroz resistencia de los últimos leales a Gadafi.
Un corresponsal de la agencia Reuters sobre el terreno confirmaba que los atacantes ganaban posiciones en Bani Walid, aunque a costa de muchas bajas: «Los milicianos combaten casa por casa. Atacan, son rechazados, se reagrupan y vuelven a la carga», señalaba el periodista.
En el frente de Sirte, la situación era muy similar. A primera hora de la mañana de ayer, varios aviones de la OTAN bombardearon las posiciones gadafistas junto al aeropuerto, que fue tomado poco después. La ciudad natal de Gadafi estaba siendo asaltada desde tres ejes de avance.
«Tienen muchos francotiradores en los tejados y en los minaretes; hay bombas trampa y nos tiran cohetes», explicaba un apresurado comandante rebelde, Hadi Farjani, mientras descargaba los heridos que había traído en su todoterreno manchado de sangre. A la entrada de Sirte, una mina había estallado al paso de un camión con refuerzos, matando o hiriendo a 18 milicianos.
Anoche, los gadafistas aún mantenían en su poder el centro de Sirte y, con él, la principal emisora de radio, desde la que lanzaban arengas y llamamientos a la resistencia. Pero a nadie se le oculta que la realidad del empleo combinado de la aviación de la OTAN y las fuerzas terrestres rebeldes acabará por imponerse a la propaganda.
Ayer, Washington confirmó que el coronel se hallaba aún en Libia, aunque sin poder precisar si estaba en Sirte. No sería extraño que la feroz resistencia que opone la ciudad tenga mucho que ver con ese supuesto.