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Julio Aparicio al despertar: «Cómo ha salido mi segundo toro

Alrededor de las 13:30 de ayer el diestro, aún medio sedado y sin poder articular palabra, pidió papel y pluma para preguntar cómo había ido el segundo que le correspondía en la tarde de su cogida en Las Ventas.

Julio Aparicio en el momento de la cogida
Julio Aparicio en el momento de la cogidalarazon

El equipo de cirujanos que le atendió de urgencia en el hospital universitario desglosó ayer el parte del matador. Ha sido operado de una herida con entrada por la región cervical anterior con penetración en la cavidad oral que le produjo una fractura en el maxilar superior. Los doctores explicaron el procedimiento llevado a cabo: «Se ha realizado una traqueotomía reglada y una reparación de las estructuras afectadas». Descartan a su vez que haya complicaciones significativas. En cuanto a su estado, está consciente y no reviste peligro.En declaraciones A LA RAZÓN, Francisco José García, mozo de espadas del sevillano, explicó la dramática tarde del 21 de mayo: «La primera impresión fue muy mala, vi desde donde estaba cómo entraba el pitón e inmediatamente salté a la arena». Dándose cuenta de la gravedad de la cogida y la cantidad de sangre que empezaba a salir y conociendo la zona afectada como una de las más peligrosas: «Empecé a gritar todo el rato: ¡vamos, vamos, vamos!, porque realmente no sabes lo que tiene».Francisco recuerda que lo desvistió del traje de luces mientras le taponaban la herida y le hacían las primeras curas. Un vez en el quirófano le tocó el turno al cirujano de Las Ventas, el doctor Máximo García Padrós, que explica: «Hubo que entubarlo para que no hubiera aspiraciones de sangre ni complicaciones respiratorias. El cuerno entró por la base de la mandíbula y por encima de las cuerdas vocales, sin tocar tiroides ni grandes vasos. Tuvo mucha suerte».

En cuanto a las lesiones sufridas el cirujano explica que «las previsiones son mucho mejores de lo que esperábamos. Se ha hecho toda la reconstrucción del paladar y el maxilar. Ahora hay que tratarlo como una fractura». García Padrós se mantuvo en contacto todo el tiempo con el doctor Ortiz que fue el encargado de operar. «Había miedo a la pérdida de sangre, pero no ha hecho falta transfusión puesto que se encuentra en buenas condiciones físicas», explica.«El niño de Las Ventas» continúa explicando: «Por la mañana estaba sedado y tampoco podías hablar con él, no queríamos forzar. Así que le mirábamos esperando algún gesto de alivio». Francisco explica que «preguntó que qué era lo que tenía y cuando los médicos le dijeron, volvió a preguntarnos por si le ocultaban algo». En cuanto a la evolución de Aparicio, «no quieren informar todavía; no quieren avanzar cosas que luego pueden no ser. Van muy despacio». Su subalterno añadió que el diestró ya recibió ayer sus primeras visitas: amigos, familiares, compañeros y miembros de su cuadrilla.Simón Casas, apoderado del diestro, cuenta cómo «24 horas antes había salido a hombros en Nimes en un faenón que queda en la memoria, con un toreo artístico; estuvo perfecto desde el primer capotazo hasta la última estocada».