Sevilla
El alcalde niega toda responsabilidad pública en el conflicto del Metropol
Urbanismo cuantifica en 38,41 millones el coste de la paralización de la obra, con un retraso de año y medio.
El alcalde reclama hoy en solitario al Pleno su apoyo para instar al consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo a continuar las obras del Metropol Parasol conforme al segundo proyecto modificado, pese al informe desfavorable del Consejo Consultivo de Andalucía porque supondrá un desembolso «extra» de 30,47 millones de euros. Alfredo Sánchez Monteseirín justifica esta situación por las «mejoras» introducidas y, sobre todo, por la necesidad de superar la historia de «indolencia y frustraciones» que arrastra la plaza de la Encarnación, pero evitando aceptar cualquier responsabilidad.Sólo después de que el Metropol salga del atolladero legal en que se encuentra por los problemas estructurales detectados en su diseño allá por 2007 se emprenderá una depuración de responsabilidades que, según confirmó el alcalde, no alcanzará a la Gerencia. A su favor argumenta que fue en este organismo donde «se detectó el problema» y «se exigió una solución» a la dirección de obra –a cargo del arquitecto Jürgen Mayer– y a la empresa adjudicataria –Sacyr–.A pesar de que el secretario del Ayuntamiento dictaminó en mayo pasado que las obras deberían haberse suspendido en aquel momento, Monteseirín defendió que esa paralización suponía «un peligro». Eso sí, admitió que ni la Gerencia ni su equipo de Gobierno esperaban que la solución constructiva «llegara tan tarde», más de un año después.Aun así, insistió en que el dictamen negativo del Consultivo «no supone un varapalo» ni deja en entredicho la «gestión municipal» en la polémica rehabilitación de la Encarnación. El alcalde prefiere apuntar hacia un «concurso de ideas» que eligió «un proyecto demasiado avanzado», obviando que fue convocado por el propio Ayuntamiento, y durante su segundo mandato.Según su interpretación libre, las objeciones del Consultivo al último modificado del Metropol sólo se refieren los avances introducidos en su diseño, considerando una simple «mejora» la «adaptación de la estructura de madera» que, tras un intenso trabajo de ingeniería, hace viable la edificación misma de las «setas». Aparte cuenta la adecuación del mercado a las necesidades de los placeros, el incremento de la seguridad, la reurbanización del entorno y la reforzada instalación eléctrica.El secretario municipal vuelve a aceptar la continuación de la obra si se «acreditan con mayor rigor las causas que aconsejan el mantenimiento del contrato». Aquí interviene el informe de Urbanismo, que calcula que la paralización implica un retraso de año y medio en el proyecto –hasta junio de 2012– y supone un gasto directo de 38,41 millones, incluyendo la obra realizada (13,36 millones), las medidas de seguridad (1,35 millones), la compensación al contratista (22,5 millones), la inversión en vigilancia (200.000 euros) y la retirada y posterior recolocación de elementos auxiliares (1 millón), al que habría que sumar los 30,47 millones estimados para acabar el complejo.
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