Los Príncipes presiden emocionados el funeral por los muertos en Afganistán

El dolor de todo un país quedó reflejado ayer en el rostro de los familiares, amigos y compañeros que, a pie de pista, aguardaban la llegada de los cuerpos sin vida de los dos guardias civiles y el intérprete asesinados el miércoles en un atentado terrorista en Afganistán. A las once de la mañana llegaba a la Base Aérea de Torrejón el Airbus 310 del ala 45 del Ejército del Aire con los restos mortales del alférez Leoncio Bravo Picayo, el capitán José María Galera y el traductor Ataollah Taefik. Y el dolor por la tragedia se tradujo en lágrimas.

Tres piquetes de compañeros de los asesinados aguardaban para transportar los féretros, dos de la Guardia Civil para los agentes, y uno del Ejército de Tierra para el intérprete, que estaba adscrito al Ministerio de Defensa. Al son de la marcha fúnebre y con los ataúdes cubiertos con la bandera de España, los piquetes avanzaron hasta llegar adonde se encontraban las familias, que aguantaron la emoción del momento con gran entereza. En ese momento, la banda de Infantería de Marina interpretó el himno nacional. Y allí, junto a los familiares, se encontraba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el líder del PP, Mariano Rajoy; los ministros de Defensa, Carme Chacón, y de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. También estuvieron presentes algunos dirigentes del PP, como la portavoz parlamentaria, Soraya Saénz de Santamaría, y el secretario general del Grupo Popular, Jorge Fernández Díaz, además de familiares, compañeros y autoridades militares y civiles.

Acto seguido, de nuevo al son de la marcha fúnebre de Chopin, los féretros portados por los compañeros continuaron el camino hacia los coches funerarios. Una vez introducidos en los vehículos, un sacerdote realizó un responso por los dos guardias civiles. Hay que señalar que el intérprete fallecido pertenecía a la comunidad española de los bahaís, por lo que fue un líder religioso de esta comunidad quien oró por él.

Ninguna autoridad ni político se acercó durante el responso, que se desarrolló durante unos minutos en la propia pista, y en el que estuvieron presentes varios de los familiares. Una vez finalizadas ambas ceremonias religiosas, políticos y autoridades se acercaron a las familias para abrazarles y expresarles sus condolencias.

Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense donde les realizaron una nueva autopsia. Posteriormente, los dos guardias civiles fueron llevados en avión hasta el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rápida (UAR), con base en Logroño, donde se celebró el funeral oficial, presidido por los Príncipes de Asturias. A su llegada, Doña Letizia y Don Felipe abrazaron con cariño a los familiares, rotos por el dolor, y les dieron el pésame.

«Me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha». Así comenzó la homilía el arzobispo castrense, Juan del Río, que ofreció a los familiares esperanza para afrontar el día a día y buscar respuestas ante la tragedia vivida. Del Río señaló que «este vil asesinato degrada la dignidad humana y ofende a la razón» y alabó el trabajo de estos «valientes guardias civiles» que dieron su vida por «luchar por la paz y la libertad». Tras la homilía, se realizó una misa y un emotivo homenaje a los caídos.

Pero éste no será el último adiós a los fallecidos. Por expreso deseo de las familias hoy recibirán sepultura en la más estricta intimidad los dos agentes de la guardia civil y el traductor. Los tres han sido condecorados con la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.

Zapatero preside la recepción
- El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, presidió ayer, por primera vez, la delegación gubernamental que recibió en la base militar de Torrejón los restos mortales de tres bajas de las Fuerzas Armadas españolas.
- En otras ocasiones, el jefe del Ejecutivo había asistido a la recepción de los restos mortales de militares, pero la delegación estaba encabezada por los Reyes.
- Sin embargo, esa presencia de Zapatero en los actos castrenses se evapora en los funerales. Y es que hay que recordar que el presidente del Ejecutivo no ha asistido a los funerales de los dos últimos soldados fallecidos en Afganistán.