Estados Unidos

Cuba libera a dos opositores y anuncia más excarcelaciones

La liberación de presos políticos en Cuba continuó este sábado con el anuncio de excarcelación de dos opositores del Grupo de los 75 que rechazan el exilio en España, uno de los cuales regresó a su casa tras ocho años en la cárcel.

Además de estos dos casos, la Iglesia Católica cubana informó hoy de que próximamente serán excarcelados otros cuatro presos que no pertenecen a ese colectivo de disidentes y que han aceptado irse a España.

El prisionero de conciencia cubano que salió hoy de la cárcel es Eduardo Díaz Fleitas, quien fue condenado a 21 años en la ola represiva contra la disidencia ocurrida en la "Primavera Negra"de 2003.

Ha quedado excarcelado con una licencia "extrapenal"tras recibir el jueves una llamada del cardenal Jaime Ortega para comunicarle que iba a quedar en libertad, según dijo el propio Díaz Fleitas a Efe en conversación telefónica desde su casa en el pueblo de Herradura (provincia de Pinar del Río).

"Yo quería que hubiesen soltado a todos mis hermanos, es mi deseo aún, porque estuvimos secuestrados por ocho años", afirmó el disidente en referencia a sus compañeros del Grupo de los 75 que quedan en prisión. "Mi propósito ahora es seguir luchando por el bienestar de la patria", añadió Fleitas, de 60 años y que era miembro del opositor movimiento "5 de agosto"cuando fue encarcelado en 2003.

Además de Fleitas, la Iglesia cubana anunció hoy la excarcelación de Héctor Maseda, también del Grupo de los 75 y esposo de Laura Pollán, la líder de las Damas de Blanco. Maseda, de 68 años y periodista independiente, presidía el Partido Liberal Democrático cuando fue condenado a una pena de 20 años en 2003.

Sin embargo, este opositor rechaza salir de la cárcel bajo la figura de licencia "extrapenal"(que mantiene vigente la condena), exige libertad sin condiciones o el indulto y pide también que se dé prioridad a la salida de los prisioneros que están enfermos. Según su esposa, así se lo dijo Maseda al cardenal Ortega cuando éste le llamó el jueves para notificarle su excarcelación.

Su postura es similar a la que ha adoptado su compañero Ángel Moya, cuya liberación se anunció hace una semana y que sigue en la cárcel porque quiere que salgan antes los prisioneros enfermos.

Nueve miembros del grupo de los 75 siguen en prisión
Con la salida de Fleitas, quedan en prisión nueve opositores del Grupo de los 75, incluidos los casos de Maseda y Moya.Los otros siete presos son José Daniel Ferrer García, Pedro Argüelles Morán, Diosdado González Marrero, Librado Linares García, Félix Navarro Rodríguez, Iván Hernández Carrillo y Oscar Elías Biscet.

Desde que el Gobierno cubano abrió en julio de 2010 este proceso de liberaciones (fruto de la mediación de la Iglesia Católica y apoyado por España) han salido de la cárcel 43 de los 52 disidentes que quedaban en prisión del Grupo de los 75, y 40 de ellos tras aceptar la condición de irse a España.

Las excarcelaciones que más se están demorando son las de los presos de este Grupo que rechazan el exilio en España. En noviembre pasado Arnaldo Ramos se convirtió en el primer opositor desde el inicio del proceso que resultó excarcelado y permaneció en Cuba. Tras un parón de dos meses, el siguiente fue Guido Sigler la semana pasada (si bien este opositor desea marcharse a Estados Unidos) y hoy se produjo la excarcelación de Fleitas.

Detenidos en los años 90
En cuanto a las otras cuatro excarcelaciones anunciadas por la Iglesia fuera del Grupo de los 75, se trata de presos que fueron condenados en la década de los 90 por delitos relacionados con la salida ilegal del país mediante el uso de fuerza o violencia en tres casos y por sabotaje en otro.

En este sentido, el portavoz de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, insistió en tachar de preocupante que el Gobierno continúe excarcelando a este tipo de reos mientras demora la liberación de los presos de conciencia.

En su opinión, la manipulación del proceso de liberaciones continúa, pues el Gobierno sigue mandando a España a presos que no serían aceptados por otros países mientras niega la prioridad a los de conciencia y, entre ellos, a los más enfermos.