Zapatero pide juego limpio

Eso sí, de un modo «ejemplar». Al menos, eso es lo que les pidió de cara al debate previo al 38º Congreso del próximo mes de febrero, en la que fue su última intervención al frente del partido durante el Comité Federal socialista. Para reforzar su mensaje, abogó por «facilitar la libre elección en el congreso» y confió en que la persona elegida tenga «el mismo respaldo que yo he tenido en estos once años». En el círculo cercano al ex presidente del Gobierno se barrunta que Zapatero no tiene intención de desconectarse del partido y que, al igual que Felipe González, seguirá tomando parte de las decisiones del PSOE. Quizá por eso quiso recordar ayer a los aspirantes que, a pesar de que «es lógico» que haya autocrítica tras la debacle electoral en las autonómicas de mayo y en las generales de noviembre, exista entre los miembros del partido una actitud de «orgullo y reconocimiento a los servicios prestados a España desde el PSOE». Y es que, tanto el ex vicepresidente del Gobierno, arropado por Zapatero durante las pasadas primarias de mayo, como la ex ministra de Defensa, con el colgante de «la niña de Zapatero» -la actitud neutral que mantiene ahora Zapatero podría no ser diferente respecto a las primarias, ya al «preferir» a Rubalcaba en las peores elecciones del PSOE de su historia podría suponerle a la catalana hacerse ahora con el poder-, parecen querer dar la espalda a su «padrino». Sólo hay que rebobinar hasta la campaña electoral de Rubalcaba, en la que distanció a su antecesor de su mensaje político, o acceder a las plataformas de ambos aspirantes en internet.

«Yo tengo confianza en el partido y tenemos que tenerla todos», insistió Zapatero. Y aconsejó: "En estos momentos de crisis hay que hacer un congreso al servicio de la sociedad sin olvidar la difícil situación que atraviesa el país».