Bruselas

La UE evaluará la actuación ambiental de la Junta en la playa de Valdevaqueros

Admite a trámite una tercera denuncia de Verdemar sobre su edificación

Vista de la playa de Valdevaqueros, en Cádiz
Vista de la playa de Valdevaqueros, en Cádizlarazon

SEVILLA- La Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea confirmó en un documento fechado el 5 de septiembre al portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz, que habían «incorporado al expediente» sobre la «Playa Los Lances-Valdevaqueros» la información de una tercera denuncia que remitió a Bruselas esta organización sobre el macroproyecto urbanístico que planea sobre la playa del término municipal de Tarifa (Cádiz).

En dicho documento, al que también ha tenido acceso LA RAZÓN, Verdemar advierte a la UE de que el «plan parcial de ordenación del sector SL-1 Valdevaqueros –aprobado por el Ayuntamiento tarifeño y en el que se prevén 350 viviendas y establecimientos hoteleros con capacidad para 1.423 plazas– no se ha sometido a una adecuada evaluación ambiental». ¿El motivo que alegan? «En el procedimiento de aprobación de éste, la Administración ambiental competente (la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía) se ha limitado a emitir un informe sectorial». Circunstancia que, a juicio del colectivo ecologista, «no alcanza a cumplir los exigentes requisitos sobre procedimiento y contenido que exige la Comisión Europea en su Documento sobre Gestión de Espacios Natura 2000 del mismo año».

En este tercer escrito de denuncia, que se ha sumado a otros dos ya admitidos a trámite, Verdemar mantiene que el polémico plan urbanístico podría vulnerar el artículo 6.3 de la directiva 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y la flora silvestres. «Y ello porque –explican– el Plan Parcial de ordenación del Sector SL-1 Valdevaqueros no se ha sometido a una adecuada evaluación ambiental, a lo que está obligado», según aseveran, por varias razones. Entre ellas: «Puede afectar de manera apreciable al Búnker del Tufillo y al Parque Natural del Estrecho».

El primero está catalogado como Hábitat de Interés Comunitario y sufrirá, según avisan, «una transformación radical de su entorno». En cuanto al parque natural, considerado Lugar de Interés Comunitario (LIC), «verá como su frente litoral (playa, duna y laguna costera) y el ámbito marino de la Ensenada de Valdevaqueros, van a padecer un apreciable incremento de tensiones derivadas del aumento de usuarios, así como de los vertidos de aguas residuales provenientes de la futura urbanización». A ello habría que añadir «los impactos combinados que se generarán con la construcción de la autovía A-48, localizada al norte del Sector SL-1».
Apuntan, asimismo, la violación de otra directiva, la 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de junio de 2001, vinculada a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente.

Los ecologistas hacen hincapié también en su texto remitido a las autoridades europeas en que el «acuerdo de aprobación inicial del Plan Parcial del Sector SL-1 Valdevaqueros se realiza tan sólo por decreto de la Alcaldía de Tarifa de 7 de abril de 2005».

Muñoz lo tiene claro: «Queremos que la UE intervenga en el planeamiento de ordenación urbana de Tarifa», asegura. Cabe recordar que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de esta localidad data de 1991. Añade: «Vamos a llegar hasta el final en este proceso –lanza– porque queremos que no se toquen espacios que están protegidos y que se termine con el encanto de la Tarifa que conocemos», paraíso ligado al viento para los aficionados a deportes como el «kite» o el «windsurf». Para el Gobierno andaluz, otro mensaje: «No puede volver a repetirse el urbanismo descontrolado que se ha permitido en Andalucía. Hay que poner freno a este complejo antes de que el daño ya esté hecho, como en el caso de El Algarrobico (Almería)».

El consejero de Medio Ambiente, Luis Planas, ha garantizado que la Junta será muy rigurosa con el proyecto de urbanización de la zona. Desde el Consistorio tarifeño, por su parte, se ha aseverado que la playa «no se va a tocar» y que todas las edificaciones previstas «se enclavarán desde la carretera N-340 hacia arriba». Defienden que el plan es «sostenible» porque sólo se construirán edificios de menos de tres plantas. Una «sostenibilidad» que los ecologistas no comparten. «Hay otros sitios en los que construir», insisten.