Barcelona
«Mi hermana me la ha jugado»
Nacho Vidal sigue proclamando su inocencia y desvía la atención hacia su familia. Sin amilanarse sigue adelante su «Gran Hermano» porno
Mientras Nacho Vidal era detenido en el marco de la Operación Emperador por presunto blanqueo de dinero sus películas porno en Cobo Calleja –epicentro de la operación policial– se vendían por 50 céntimos. Es una más de las paradojas que pespuntean la vida de un personaje excesivo, y no sólo por las dimensiones de su miembro viril, y verborréico. Sin ir más lejos, logró convencer al juez para que le dejase en libertad el pasado jueves, aunque esté imputado, con la excusa, real pero que ha dejado ojipláticos a muchos, de que estará perfectamente localizable, ya que va estar confinado en un «reality show», «La casa de Nacho», una suerte de «Gran Hermano» porno para el que todavía está captando candidatas y también candidatos. «A pesar de todo lo que está sucediendo el proyecto sigue en pie. Sólo se verá on-line porque no se puede emitir porno en la televisión convencional. Todavía no hemos decidido si será de acceso gratuito o previo pago», comentan a LA RAZÓN fuentes de IFG, que únicamente es la distribuidora de las películas de Nacho Vidal, y no su productora.
Ya en libertad, el valenciano está midiendo muy bien los tiempos para su siguiente aparición pública. Se pronunció a través de Twitter proclamando su inocencia y mintiendo, ya que afirmó que había salido sin ningún tipo de cargo. Lo que no dijo, y sí lo explica sin tapujos su entorno, es que está profundamente decepcionado con su hermana, María José Jordá, que sigue en prisión al cierre de esta edición a la espera de que alguien pague los 25.000 euros de fianza. «Él no ha hecho una factura en su vida, lo ha dejado todo en manos de ella, pero lo que ha hecho supongo que sin que Nacho lo supiese... Hace unas horas hablé con él y me dijo: ‘‘Ostis, ¡es que me la ha jugado mi propia hermana! Todo se perdona porque es de la familia, pero...''», explica una persona cercana.
Sus últimas horas antes de entrar en prisión fueron «made in Vidal». El 11 de octubre escribió: «Ducha después de follarcurrar», acompañada de una fotografía de una actriz porno». En los días sucesivos un suma y sigue: «Tremendo pedo anoche, ahora a currar», «fin de fiesta viendo ‘‘Aída'' con seis chicas en mi habitación». Y suma y sigue. Vidal lo estaba dando todo, y ahí están las fotografías que publicaba en Twitter en el Salón Erótico de Barcelona. Se ha retirado como actor porno –o eso dice– por amor a su mujer, la colombiana Franceska, algo de nuevo paradójico si se tiene en cuenta que su pareja hace todo tipo de acrobacias sexuales en películas del género. Pero Nacho no se recicló del todo. Su mayor patrimonio es su miembro viril y su voracidad sexual. Aún se recuerda su presencia en el Festival de cine de Gijón cuando pedía una prostituta por teléfono mientras atendía a los periodistas. Ahora es un empresario de sí mismo, aunque aseguran que no es millonario a pesar de que no se priva de nada. «No creo que nade en dinero, pero es evidente que ha ganado mucho. En sus buenos tiempos cobraba 6.000 euros...». «¿por rodaje?», preguntó esta ingenua periodista. «¿Qué dices?, por cada sesión de apenas veinte minutos o sea que imagínate, con lo que es capaz de rendir en un plató». Pues eso...
Prisión de ida y vuelta
Aseguran que «está tranquilo, pero cansado», aunque no es la primera vez que Vidal ha pasado varios días en prisión. En 2004 fue detenido en México por los agentes de inmigración, por trabajar sin tener permiso, ya que entró en el país como turista. Pasó 27 horas detenido y comentó en su día que se libró de peleas con los otros detenidos porque le reconoció un narco y dijo que era «el rey del porno».
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