La batalla final de los socialistas franceses

París- Hoy es el día grande del socialismo francés, pero el duelo que va a enfrentar a François Hollande y Martine Aubry promete no sólo ser encarnizado, sino también dejar alguna víctima. El primero concurre a esta segunda y definitiva vuelta en posición de favorito y con los apoyos de los malogrados candidatos del pasado domingo, aunque su ventaja frente Aubry según los sondeos se habría reducido significativamente.
En las filas socialistas se niegan a admitir que la falta de apoyos hacia la alcaldesa de Lille forme parte de una estrategia del «todos contra Aubry» sino más bien de una dinámica de «todos con Hollande», el más apto a juzgar por las encuestas para vencer a Nicolas Sarkozy en la conquista del Elíseo.
Estas primarias no son unas elecciones presidenciales, aunque el eléctrico ambiente de esta semana así lo sugiriera. Para tratar de rebajar la tensión, que en los últimos días se ha disparado entre los contendientes, ayer los candidatos escenificaron una tregua verbal después de la amonestación que les infligió la Alta Autoridad para las Primarias. La primera secretaria del Partido Socialista veló armas en familia asistiendo a la retransmisión de un partido de rugby de la selección gala.
Su oponente prefirió retirarse a su feudo de Corrèze. El viernes, el organismo, que vela por el buen desarrollo del proceso, les había exhortado a «evitar las trampas de la denigración mutua y el inevitable encadenamiento de polémicas». En definitiva, a que no se equivocaran de adversario político, el conservador Sarkozy.
La recta final ha estado salpicada de un cruce de acusaciones. Hollande, tachado de «candidato del sistema» y «representante de una izquierda blanda» por una agresiva Aubry que ha tratado de demostrar que no es la «candidata de remplazo» tras las obligada renuncia de Dominique Strauus-Kahn, el socialista repelió la andanada asimilando a su contrincante a una «izquierda dura y sectaria». Aunque se espera movilizar al menos a los dos millones y medio de electores del pasado domingo, la participación junto con el reparto final de votos serán las principales incógnitas.

François Hollande
El hombre tranquilo que más teme Sarkozy
 Tras más de treinta años como militante del PS, conoce como nadie los entresijos del partido. Huyendo de viejas guerras intestinas, ha sabido mantenerse en el centro para, desde allí, poder ganar las elecciones. En caso de hacerlo, será un «presidente normal», apunta, para diferenciarse del estilo «bonapartista» del presidente Sarkozy. Economista y alumno de la elitista Escuela Nacional de la Administración, nunca ha ocupado un cargo ministerial. Hoy, vencería a Sarkozy, según los sondeos, por 11 puntos.
Martine Aubry
La candidata con más experiencia política
Feminista, trabajadora incansable y tecnócrata, Martine Aubry fue la segunda candidata más votada en la primera ronda de las primarias (30%). Los nueve puntos de desventaja la han obligado a mostrar un perfil duro contra Hollande, al que acusa de usar un lenguaje «de la derecha». Hija del ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, la dirigente socialista renunció a utilizar el apellido de su padre para labrarse una carrera propia.Licenciada en Derecho, ha estado 25 años vinculada al Ministerio de Trabajo y fue artífice de la polémica jornada laboral de 35 horas.

Por Pedro G. Poyatos