ANÁLISIS: Un joven antisocial por Valentín Martínez-Otero

l¿A qué se puede deber un cambio tan radical en alguien de su edad?
–Una personalidad así no emerge súbitamente. Aunque sea silenciosamente, se va fraguando de modo continuo y se nutre de rencores, de ideas irracionales y rígidas, de fantasías, etc.

l¿En qué medida puede haber influido su entorno en esta alteración?
–Parece que se trata de un joven muy solitario. El hecho de carecer de relaciones interpersonales sólidas y de comunicación saludable fácilmente reforzaría sus disparatadas cavilaciones, no discutidas ni contrastadas con nadie, y una utilización inadecuada de internet, con búsqueda de informaciones aberrantes que alimentarían aún más sus distorsiones.

l¿El caso de Juan Manuel es el de alguien con trastornos mentales?
–Se precisa un examen psicológico exhaustivo, pero no sería extraño que nos hallásemos ante un trastorno antisocial de la personalidad, es decir, un sujeto psicopático.

l¿Es frecuente en adolescentes?
–No. Éste es un caso extremo, pero sí es cierto que aumentan los adolescentes con gran aislamiento y desorientación personal que abusan de las tecnologías, muy vulnerables a problemas de diversa índole y que pueden exhibir conductas muy peligrosas para ellos mismos y para los demás.

l¿Pueden este joven y otros recuperarse y volver a ser los que eran?
–Hay que ser muy prudentes y aunque no se descarta una posible recuperación, también debe saberse que es muy difícil. El hecho de que sea joven es un factor positivo, porque si el proceso reeducativo es apropiado y duradero hay más probabilidades de recuperación.

l¿Cuál es el proceso para una total recuperación?
–En general, desde el punto de vista psicológico, se precisa una intervención psicoterapéutica cognitivo-conductual encaminada a neutralizar creencias irracionales y sentimientos negativos, como el rencor o el odio. Todo ello en el marco de un plan de vida organizado en torno a la actividad psíquica y física saludable y con apoyo sociofamiliar suficiente. Por supuesto, también hay que trabajar las vertientes social y moral del sujeto, muy deficitarias.

l¿Qué porcentaje de casos se recupera?
–Cada perfil es único y no hay datos definitivos sobre recuperación. Podemos afirmar que el proceso reeducativo ha de ajustarse todo lo posible a la personalidad del joven y debe ser largo y firme.

Valentín Martínez
OteroDoctor en Psicología