Marbella

Será será

La Razón
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Francesca Thyssen le mandaba hace pocos días un misil a su «madrasta», ponía en duda la propiedad de algunos cuadros de Tita y le recomendaba que las luchas familiares se resuelvan en los despachos y no por las calles. La baronesa pasa y ha tenido dos portadas acompañada de sendos reportajes, una en Vanity Fair, donde posaba con los perros y ayer en «¡Hola!», donde lo hace con Carmen y Sabina, sus hijas legales. En sus declaraciones juega otra vez al sí pero no, en lo que se refiere a la paternidad biológica de las niñas. ¿Es Borja a la vez padre y hermano? La baronesa ni confirma ni niega, sigue instalada en el será será de siempre. «¡Hola!» está que se sale, ofrece también a sus lectores un gran reportaje con Rafa Nadal. Elegante, joven, con clase y ofreciendo sus carnes turbulentas al alcance de los ojos. Me parece muy bien, no son frecuentes los reportajes con chicos guapos y triunfadores en este tipo de publicaciones. Todavía te da más. La reina de las revistas, Carmen Martínez Bordiú, hace su tradicional posado de otoño y esta vez es China la que la disfruta. No sabemos si habrá ido a abrir mercado para su rutilante compañía de baile. Cierre de grandes reportajes con broche de oro y brillantes, Tamara Falcó aparece vestida de novia por primera vez en la revista de cámara de la familia. La Campanario, ajena últimamente a la gloria de las portadas, reaparece en Diez Minutos. Definitivamente y a pesar de la oposición de Jesulín, se marchará a Madrid a estudiar odontología. ¿A quien pretenderá la señora de Ubrique sacarle los dientes? Vanity Fair deja escapar el glamour por las alcantarillas de la corrupción, permitiendo en su reportaje con Julián Muñoz, que el famoso delincuente diga perlas barrocas como «lo que he hecho yo en Marbella, es lo que se hace en todos los ayuntamientos de España, pero la Justicia se ha cebado conmigo».