La Restinga emprende el camino a la normalidad tras la autorización de regreso

Este poblado costero ha sido desalojado en dos ocasiones durante el último mes por la erupción de un volcán submarino frente a sus costas.

Hoy han sido varios los bares y restaurantes que han abierto sus puertas, así como comercios y establecimientos de alojamiento de la zona que esperan la visita de turistas y curiosos que se acercan a La Restinga con el fin de observar el fenómeno eruptivo.

Aunque el volcán permanece casi sin actividad, de vez en cuando lanza a la superficie material magmático visible desde la costa. El resto del día sólo el color verdoso de las aguas evidencia la existencia del volcán submarino.

Mientras los niños de la comarca continuarán recibiendo sus clases en el vecino pueblo de El Pinar, se mantiene la prohibición de acceso a las calas de Tacorón y Puerto Naos y la zona de exclusión marítima en aguas del Mar de Las Calmas.

Pero aunque el esfuerzo por volver a la normalidad es patente, la Restinga no es la misma: su flota pesquera continua atracada en el puerto de La Estaca y tanto clubes como centros de buceo permanecen cerrados por la imposibilidad de ejercer su actividad en aguas de la reserva marina.

Así mismo y como medidas preventivas, se mantienen en dicha localidad dos vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) por si fuera necesario su uso en una nueva evacuación.

También está presente en el pueblo la estación de medición de la calidad del aire, que seguirá realizando análisis continuados para garantizar la seguridad de los pocos vecinos que regresan a sus domicilios.