Australia

«Es la final que menos me ha dolido»

Nadal siente que está en la línea correcta. «Este año he sido bastante mejor que el pasado», asegura

«Es la final que menos me ha dolido»
«Es la final que menos me ha dolido»larazon

Al final del partido lo que menos le dolía a Nadal era la derrota. Con el cuerpo maltrecho tras un combate de casi seis horas, Rafa hacía una lectura positiva: «Es la final que he perdido que menos me ha dolido, porque he hecho todo lo que he podido, he luchado, he competido de tú a tú con un jugador que es brillante y he estado muy cerca. Lo he llevado al límite, algo que no había conseguido en 2011, y también me he llevado a mí mismo al límite», explicó.

Tras perder en la final de «Grand Slam» más larga de la historia, Nadal aseguró: «Hay que aceptarlo. Fue un gran espectáculo. He disfrutado, aunque me hubiera gustado ganar. He tenido mis oportunidades ante el mejor jugador del mundo. He estado a un nivel muy alto durante mucho tiempo, y eso es muy importante para mí. Estoy feliz por eso». Nadal sabe que tuvo oportunidades para haber derrotado por primera vez a Djokovic desde la Copa Masters de 2010. «Cualquier cosa pudo pasar, parecía el quinto set más para mí, pero he jugado contra un jugador que, estando muy cansado, genera fácilmente golpes ganadores».

«He dado todo, estoy bastante vacío, pero satisfecho porque cuando uno hace todo lo que ha podido no se puede pedir más. Después de un tiempo que he sufrido sin disfrutar hoy he podido sufrir disfrutando y éste es el camino», recalcó orgulloso a pesar de la derrota.

Rafa fue más allá de la simple derrota ante el número uno del mundo. El de Manacor procuró hacer una lectura positiva: «No busco ganar a Djokovic, sino superarme a mí mismo y lo he hecho. Los demás están ahí y quizás, en algún momento, pueden ser una motivación extra. Entreno para ser mejor de lo que era, y en Australia 2012 he sido bastante mejor que en 2011. Ha sido un gran avance. El éxito ha sido grande, no ha sido completo, pero semicompleto».

Nadal, que no estará hoy en el equipo que Alex Corretja anuncie para la primera eliminatoria de la Copa Davis ante Kazajistán (Almagro, Ferrero y Granollers son fijos y la cuarta plaza estará entre Andújar y García López), ya piensa en sus próximos retos: «Tengo un mes por delante para trabajar. Llega la parte más importante para mí de la temporada, desde Indian Wells hasta Wimbledon. La línea y el trabajo de las últimas semanas son los adecuados. La mejora ha sido grande y mi sensación en pista ha sido muy diferente a otras veces».

Djokovic estaba tan orgulloso como agotado: «Es la victoria más importante de mi carrera. Wimbledon lo es también porque es el torneo que siempre soñé ganar, pero esto es increíble. Estoy muy orgulloso de formar parte de la historia, formar parte de una élite de jugadores que han ganado varias veces este torneo».

Cuando se le cuestionó si lo sentía por Nadal, apuntó: «Yo estuve en esa misma posición hace un par de años, cuando perdía la mayoría de las semifinales y finales contra él y Federer. Pero, desgraciadamente, sólo puede haber un ganador porque ambos lo dimos todo».

 

Una ceremonia interminable
Seis horas después de saltar a la central, Djokovic y Nadal afrontaban la entrega de trofeos con la intención de llegar cuanto antes a los vestuarios, ir a la ducha y ponerse en manos de los fisioterapeutas, pero... Llegaron los discursos del representante de KIA y del presidente de la Federación Australiana. Fueron más de cinco minutos de propina después de regalarse raquetazos durante 5 horas y 53 minutos. Rafa y «Nole» se miraban resignados. El público regaló algunos silbidos y Nadal se apoyó en la red. Djokovic, con mala cara, empezó a estirar. Alguien tuvo la brillante idea de acercarles unas sillas en las que ambos se desplomaron. Todo esto cuando eran las dos de la mañana en Australia. Por eso Rafa comenzó su discurso de agradecimiento con un irónico: «Buenos días».