Galicia
La Junta justifica el afán de liderazgo de Griñán en los nacionalismos
«Que no se olvide España de que la que hizo historia fue Andalucía», mantiene
Sevilla- El PSOE andaluz quiere marcar el paso a la dirección federal de su partido. Máxime cuando los resultados de las elecciones del pasado domingo en Euskadi y Galicia fueron «malos, sin paliativos» para los socialistas, según reconoció ayer la consejera de Presidencia, Susana Díaz. Su formación reclama un mayor protagonismo en la escena nacional en la que, a juicio de Díaz, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, «tiene una gran responsabilidad» a la hora de fijar «una hoja de ruta distinta a la del Gobierno» de Mariano Rajoy.
El portavoz del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Vázquez, quiso dejar claro ayer que ese afán de marcar la diferencia, incluso con respecto a la Ejecutiva Federal del PSOE que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, no obedece a «una clave personal –de Griñán– ni mucho menos orgánica –partidista–». «Es –puntualizó– una clave institucional desde Andalucía para el conjunto de España, porque existe un riesgo real de que se quiera plantear un modelo asimétrico que intente satisfacer las demandas nacionalistas, dando la espalda a los intereses generales para la comunidad», sostuvo.
Según explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el equipo de consejeros andaluces detectó ayer, tras analizar el mapa institucional y político que se ha configurado a partir de los resultados electorales, «un elemento de preocupación para este Gobierno». ¿A qué peligro se refería Vázquez? «Los partidos de implantación estatal han perdido mucho terreno, no sólo el PSOE, también el PP. Han cedido más de medio millón de votos en esta convocatoria electoral y, por contra, las fuerzas nacionalistas han aumentado de manera notable por encima de los 200.000 votos», lamentó. Para el portavoz, esa «realidad» obliga a la Junta a «defender un proyecto de Estado y, en ese modelo que se tiene que configurar, Andalucía tiene que estar muy involucrada, tiene que ser partícipe», insistió. Una propuesta de futuro que, según aseveró el propio Griñán, pasa por «cerrar el modelo autonómico y avanzar hacia un modelo federal donde se garantice la igualdad dentro de la diversidad».
Desde esa óptica, Vázquez alertó también de la existencia de «guiones escritos por parte del centralismo de derechas y también de los nacionalismos periféricos, que quieren conducirnos a una situación de dos velocidades en el mapa autonómico». Y fue más allá al plantear: «No entendemos por qué se quiere dar la espalda a Andalucía y, en ese sentido, queremos hacer constar, y de ahí la necesidad de estar en ese debate nacional –volvió a justificar–, que no se olvide en España que la que hizo historia fue Andalucía, que consiguió la igualdad de oportunidades para el conjunto del mapa autonómico». Una atribución que, según deslizó al hablar en nombre de un Ejecutivo regional con «voz única», comparte IULV-CA. Cabe recordar que en el panorama dibujado por Vázquez, la Junta reclama 4.906,8 millones a cargo del FLA al Gobierno de Rajoy del que pretende desmarcarse. En el plano económico, su reacción a la rebaja de la calificación de Moody's a Andalucía fue: «El que está casi al nivel del bono basura es el prestigio de las agencias de ‘rating'», ironizó tras vincular sus «notas» a la agenda contractual de éstas.
El «espejo» para todos los progresistas del país
El portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, afirmó ayer: «El espejo en el que se pueden mirar los progresistas de España es la acción del Gobierno de Andalucía». Un epílogo lógico tras haber defendido que en la región «no se ha eliminado ningún derecho, se mantienen los servicios públicos fundamentales, se apuesta por el empleo, se dialoga...». ¿Cuál fue la acción del Ejecutivo reseñada ayer tras el Consejo de Gobierno? Un único punto: decreto por el que se acepta la cesión gratuita de la propiedad por parte del Ministerio de Hacienda de dos antiguos cuarteles.
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