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Buzón del lector: Soy de los que piensan que la familia es lo más importante pero cuando se pierde un ser tan querido como un padre no hay nada que reemplace tal pérdida Qué se puede hacer

La Razón
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RESPONDE: Luis de Rivera, director del Instituto de Psicoterapia de Madrid.


Es un proceso natural. Estamos unidos a quienes queremos por sentimientos, y cuando eso se rompe, necesitamos una reparación. Lo peor es la fase de asimilación de la pérdida, que suele durar seis meses. Después de la pérdida, viene el duelo. Hay culturas que comprenden que la pérdida de un ser querido es dolorosa y defienden el llanto; sin embargo, otras son reacias. En España hay una cultura que apoya el llanto. Otro problema es que la persona no acepte la pérdida y crea que su familiar sigue vivo. Cuanto antes se acepte la ausencia, antes se acepta el duelo. Que esté en el recuerdo y llorarle es algo correcto. Hay que reservar una hora al día a llorar y a recordar a esa persona. Pero habrá un día en que se perderá la necesidad de llorar a diario. «Nadie muere mientras haya alguien que le quiere».