Alicante
Ante los excesos la macrobiótica
Pablo Montoro aconseja eliminar la carne, los azúcares y los lácteos durante varias semanas
Después de unas suculentas vacaciones pasadas en algunos de los mejores locales de nuestro país, llega septiembre, mes de promesas y remordimientos servidos en bandeja tras una temporada de excesos culinarios. Es momento de volver a una alimentación sana. Manjares que si, además, procuran al comensal un estado de bienestar, mejor. Pablo Montoro, de Sha Wellness Clinic en Alicante, elabora varios consejos para quienes deseen realizar una cura y «purificar el cuerpo»: «Por supuesto, lo suyo es venirse por lo menos una semana a Sha, pero si no es posible, recomiendo dejar de lado la carne durante varias semanas, además de olvidar el azúcar y los lácteos. En cuanto a las verduras, las verdes son las preferibles, entre ellas, las acelgas, y el daikon, un nabo japonés, perfecto para eliminar líquidos».
El chef diseña la carta de Shamadi, alimentada con los principios macrobióticos y los productos orgánicos de temporada servidos junto a las indicaciones de los médicos y nutricionistas del centro: «Mi reto es entrar en una línea de alta gastronomía, pero con una base saludable como protagonista», explica. «Seguimos dos líneas –prosigue– una terapéutica, que soluciona problemas de peso, insomnio e, incluso, de salud graves, y otra más divertida, ya que el hotel ofrece unas instalaciones increíbles». Las mismas por las que se ha dejado ver este verano Alejandro Sanz para devorar energía durante su Gira Paraíso. Un paréntesis que aprovechó para cuidar su dieta, así como para apuntarse a distintas terapias naturales, masajes y tratamientos. Los clientes que siguen uno determinado disfrutan también de un menú personalizado.
Montoro también habla de su «culinaria saludable», en la que aprovecha para bañar los bocados de creatividad y de las técnicas que aprendió durante sus años junto a Martín Berasategui y Ferran Adrià. Demuestra que la comida sana puede ser exquisita. Entre sus propuestas arrasan la parrillada de verduras y tubérculos babys ahumados a la menta sobre hongos y nueces y muchas otras. «La macrobiótica prescinde del tomate por no ser beneficioso para las articulaciones y adopta el miso por sus propiedades curativas, además de aportar acidez», asegura. De beber, el vino bio Corullón, de Álvaro Palacios. Y para quienes dudan de que esta alimentación equilibra el cuerpo, la mente y el alma, sentencia que «la única manera de convencerse es probar esta dieta y comprobar la mejoría en su salud».
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