Islamabad

El viernes de la ira estalla en Pakistán

Las violentas protestas dejaron 19 muertos y cientos de heridos. La película sobre Mahoma exacerba el sentimiento antiamericano

Los manifestantes paquistaníes quemaron varios cines, que quedaron totalmente calcinados
Los manifestantes paquistaníes quemaron varios cines, que quedaron totalmente calcinadoslarazon

A lo largo de todo el mundo, se registraron ayer protestas en contra del vídeo antiislámico y en favor del profeta Mahoma. Pese a que decenas de imanes y musulmanes moderados criticaron tanto el film como las reacciones violentas y que en muchos países las marchas fueron totalmente pacíficas, en Pakistán, tras la tradicional oración de los viernes, las manifestaciones se tornaron sangrientas. Al cierre de esta edición, 19 personas habían muerto, una docena sólo en Karachi, y un centenar resultaron heridas en el país asiático. El sentimiento antiamericano en Pakistán, que se exarcerbó tras la muerte de Bin Laden, ha encontrado en el lugar de producción de la tosca película «La inocencia de los musulmanes» la excusa perfecta para calentar la calle. Decenas de miles de personas se unieron a las protestas convocadas y alentadas por el Gobierno. Para facilitar que las manifestaciones fueran masivas, el Ejecutivo paquistaní declaró el día de ayer como una nueva jornada festiva: «El día de amor a Mahoma».

La protesta más violenta tuvo lugar en la ciudad de Karachi, al sur, donde se quemaron alrededor de 20 vehículos, tres bancos y cinco cines. Al menos tres agentes de la Policía murieron y 112 personas resultaron heridas, según informó a Reuters el portavoz de la provincia de Sindh, Allaha Bachayo Memon. En Peshawar, al noroeste, una muchedumbre prendió fuego a dos salas de cine y después se dedicó a saquear las tiendas cercanas. Seis manifestantes y un trabajador de la cadena televisiva ARY fallecieron, según indicaron a EFE fuentes de las Fuerzas de Seguridad. Los agentes tuvieron también que disparar tiros al aire para mantener alejados a los que protestaban frente al Consulado estadounidense. En Islamabad, la capital, fueron miles los paquistaníes que intentaron acercarse a la Embajada de EE UU; los agentes lanzaron gas lacrimógeno e incluso el Ejército tuvo que salir para proteger la zona diplomática donde se localiza dicha sede.

Las relaciones entre Islamabad y Washington son cada vez más tensas. La guerra de Afganistán fue el principal objeto de disputa, pero desde la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, escondido en territorio paquistaní, los lazos se han deteriorado todavía más. Para el Najam Sethi, jefe de redacción paquistaní de GEO TV y del semanario «Friday Times», durante todo 2011 creció la retórica antiestadounidense. «Las políticas antiterroristas de EE UU en Pakistán han causado esta acrimonia», explica Sethi. En este sentido, el uso de drones por parte de la inteligencia estadounidense ha terminado por poner a la población en su contra.
Para añadir más leña al fuego, el primer ministro Raja Pervez Ashraf declaró que la película en contra del fundador del islam era «un ataque en contra de los 1.500 millones de musulmanes». Por su parte, el ministro de Exteriores paquistaní llamó a consultas al embajador estadounidense en funciones para transmitirle su malestar por el film producido en California y exigirle que tome medidas para «eliminar el vídeo sacrílego de Youtube e inicie acciones contra su autor».

Para el presidente Barack Obama, que trató de calmar a la población paquistaní en anuncios en las cadenas de televisión locales, los extremistas islámicos estaban manipulando las protestas para sus propios propósitos. Aunque criticó la película, «se está usando como excusa para ver si pueden hacer daño directamente a los intereses de EE UU».

En Bangladés, Sri Lanka, Indonesia y Malasia, las protestas también tuvieron un sesgo claramente antiamericano y las consignas gritadas criticaban a Obama directamente. En Dacca, unos diez mil bangladesíes se manifestaron en las afueras de la Mezquita Nacional y un grupo portó un atáud del presidente estadounidense para después quemarlo.

 

Anuncios para frenar la violencia
Siete televisiones paquistaníes emitieron ayer un anuncio en el que Obama y Hillary Clinton reiteraban el «respeto de EE UU al islam y su rechazo a la película». La Embajada norteamericana, que ha invertido unos 53.000 euros en el anuncio, pretende con esto contener las protestas antiestadounidenses.