España

Hipocresía rentable

La Razón
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No sé si es la crisis o la campaña electoral, pero de hipocresías vamos sobrados. El mismo día que conocemos que España encabeza la lista de los países europeos consumidores de prostitución, se desata la polémica al conocer que los autobuses municipales de Valencia llevan anuncios de una página de contactos con el teléfono, la web y toda la parte trasera del autobús ocupada por otra parte trasera, ésta en pompa y con encaje. Estos anuncios llevan más de un año y no sólo en autobuses, sino en enormes vallas publicitarias, así que no entiendo por qué no han protestado antes como lo hizo este periódico, pionero en la erradicación de las páginas de contacto.

Lo malo de estas polémicas es que el verdadero problema queda tapado por un tupido velo informativo que muda en publicitario en cuestión de minutos: la pomposa página de contactos publicitada en los autobuses se colapsó ayer. La explotación sexual, la trata de blancas y las mafias son el verdadero problema. Mientras nos distraigamos en detalles mediáticos y los políticos jueguen a superhéroes llorones, todo seguirá igual. De todas maneras, qué esperamos con jueces que aseguran que llamar zorra a una mujer es alabar su astucia y llamarla puta es pura libertad de expresión, o con un candidato a presidente que promete erradicar los anuncios de prostitución si gana, cuando evitó hacerlo al ocupar la vicepresidencia de un Gobierno donde existía un Ministerio de la Igualdad. Es de Gila, pero sin gracia y sin talento. Preocuparse de la dignidad de la mujer sólo cuando le toca votar, no es digno ni ético, aunque sea legal, como estos anuncios.