La CE endurece su ofensiva y llama «criminal» a una parte de la banca

Si en el debate del Estado de la UE, la Comisión Europea (CE) endureció su discurso contra el sector financiero para defender la contribución «justa» de la tasa a las transacciones financieras, esta semana ha subido el listón en su ofensiva para preparar la llegada de su propuesta contra el abuso de mercado. El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, describió ayer el comportamiento de las entidades que llevó a la Gran Recesión no sólo como «irresponsable», sino hasta «criminal».

«Es por eso que necesitamos ahora una respuesta integral, que sea sólida y seria, y que muestre a la gente que hemos captado el mensaje», comentó ayer el portugués, al ser preguntado por las protestas del fin de semana contra la banca. «No tenemos nada contra el sector», dijo Durao Barroso en la rueda de prensa posterior a la cumbre social europea, «pero al mismo tiempo –las entidades– tienen que entender que deben respetar estándares éticos mínimos, lo que no ha sido el caso recientemente», completó.

Con este mensaje, que Bruselas repitió ayer a lo largo del día, y que ya empezó a «vender» Barroso en una entrevista con un diario francés el domingo, la CE prologa su propuesta de directiva contra los abusos de mercado que llegará esta semana. En ella, según explican fuentes comunitarias, se introducirán sanciones penales para aquellos comportamientos que violen la normativa comunitaria en dos supuestos: información privilegiada y abuso de mercado. Según explican los expertos, la CE no pretende introducir unas sanciones mínimas para todos los estados miembros, tan sólo establecer para toda la UE la obligatoriedad de introducir castigos penales en estos dos casos.

La revolución no es tal
A pesar de la cierta pompa que intentó dar Barroso a sus palabras, y de su esfuerzo por diseminar su mensaje, el paso no será tan revolucionario, según reconocen los propios expertos en condición de anonimato, ya que la casi totalidad de los Veintisiete ya cuenta con algún tipo de sanción de esta naturaleza. Sólo Bulgaria no recoge ningún tipo de sanción penal, mientras que Austria, Eslovaquia, República Checa, Estonia, Finlandia y Eslovenia incluyen de momento sólo penas para uno de los dos extremos.

La CE está endureciendo su discurso contra el sector financiero a rebufo de las protestas de los «indignados». En palabras de Barroso, el movimiento de protesta mundial «viene en gran medida, de lo que ha sucedido en el sector financiero. Algunos de los comportamientos que hemos visto en este sector han sido completamente irresponsables y, en algunas ocasiones, debería denominarlo de naturaleza criminal».

El discurso no llega en un momento bueno para la banca europea, en víspera de que los líderes de la UE intenten cerrar este domingo un segundo rescate multimillonario que saque del agujero a este sector, tras los más de 430.000 millones de euros entre préstamos y garantías que la UE ya ha destinado desde 2008. No es el único flanco por el que Bruselas mostrará en las próximas semanas sus dientes al negocio financiero.

Fuentes europeas también adelantaron que propondrán poderes «bastante más intrusivos» en su nuevo paquete de resolución bancaria. Este conjunto de normas, uno de los más importantes de los que Bruselas cocina en la regulación bancaria, intentará terminar con el abuso de los bancos grandes por su dimensión sistémica.

Merkel tumba el optimismo previo a la cumbre
Las palabras del portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, que alejaron la perspectiva de un acuerdo satisfactorio para atajar la crisis de la zona euro, empañaron el optimismo que habían mostrado otros dirigentes y volvieron a hundir las bolsas en el continente. «Hay gente que sueña con que todo se solucione por arte de magia, y que el lunes próximo nuestros grandes problemas se habrán corregido. No será así», sentenció Seibert. En su opinión, la solución definitiva a la crisis llevará más bien «buena parte» del próximo año.