El traje del último triunfo de Antoñete en Las Ventas estará junto a su féretro

Un lila y oro que se reproduce en multitud de carteles y fotografías que ensalzan las suertes del toreo según la genial visión e interpretación que tuvo "Antoñete"de su particular tauromaquia, que en aquella ocasión alcanzó muy altas cotas artísticas.

"El vestido lo había donado él mismo al Museo Taurino de esta plaza y ahora lo vamos a utilizar para rendirle honores póstumos", informó a EFE el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Carlos Abella.

"La Comunidad de Madrid ha dispuesto todos los medios a su alcance para que 'Antoñete' pueda recibir el homenaje de la afición, que podrá visitar la capilla ardiente en 'su' plaza, mañana lunes, desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde, cuando partirá el cortejo fúnebre hacia el cementerio de La Almudena", añadió Abella.

El gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la CAM explicó que "ha sido la propia familia la que nos ha pedido que el maestro pueda ser velado en este marco tan significativo en su carrera. De hecho desde hace tres días, a partir de agravarse su estado, hemos previsto todos los preparativos. Las banderas de la plaza ya están a media asta en señal de duelo".

Abella se refirió a la figura del torero fallecido ensalzándole como "el más grande de la historia clásica", y lamentando "la paradoja de que como aficionado y partidario de Chenel me haya tocado cumplir una de sus últimas voluntades, ésta tan triste de instalar en Las Ventas su capilla ardiente".

La monumental madrileña, referente constante en la vida torera de Antonio Chenel, ya que en ella pasó su infancia y juventud al ser su cuñado Paco Parejo mayoral de la misma, y escenario después de sus triunfos, alberga una Sala Cultural con el nombre de "Antoñete", "donde debería recibir ahora el último homenaje de la afición, pero va a ser imposible ya que está ocupada por la exposición 'Toreador'. Se hará en la Sala Alcalá", precisó Abella.

"Antoñete"falleció ayer, sábado, a los setenta y siete años, en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), donde había sido ingresado tres días antes aquejado de una bronconeumonía.