Cataluña

Muere un taxista que estaba en coma irreversible tras una paliza de 4 jóvenes

La agresión mortal se produjo el 7 de septiembre de 2008, en los aledaños de una discoteca de Mataró. 

La Razón
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BARCELONA- En la jornada de ayer se tenía que haber iniciado el juicio contra cuatro jóvenes que apalizaron brutalmente a un taxista en septiembre de 2008 provocándole un coma irreversible, pero que el agredido perdiese la vida el pasado día 10 de mayo ha cambiado los planes de la Audiencia de Barcelona, encargada de juzgar los hechos.La naturaleza del delito que imputaban a dos de los acusados, asesinato en grado de tentativa, ha cambiado por el fallecimiento, por lo que es probable que las acusaciones pidan un juicio popular, según explicó la defensa ayer. El ministerio fiscal pedía 16 años de prisión para Cristian S.P., Xavier B.G., Albert M. J. y Pilar L. J., y dos años de cárcel para Blanca C. T. y Lluís M. C., por un presunto delito de omisión del deber de impedir delitos contra la vida. Asimismo, la fiscalía también demandaba a los cuatros primeros una indemnización de 600.000 euros por las lesiones y secuelas a a la víctima, 18.000 euros por los días de curación hasta estabilizarlo y 200.000 euros más para cada uno de los dos hijos del fallecido, que ahora tienen 17 y 20 años.Los hechos se remontan al 7 de septiembre de 2008, cuando los seis acusados se encontraban bebiendo sobre las dos y media de la madrugada junto a sus coches en los aledaños de la discoteca Activa de Mataró. El taxista, de 50 años, se acercó con su coche para, según la explicación del fiscal, «pedir la ubicación de un local». Durante la conversación se inició una discusión entre Cristian S.P. y el conductor, en la que el primero golpeó el retrovisor del coche ocasionándole desperfectos, motivo por el cual el taxista continuó su marcha y detuvo el coche en las inmediaciones de la zona. Fue entonces cuando sacó un bate de béisbol del maletero del vehículo para «recriminar» al joven su actuación. Según la Fiscalía, Cristian forcejeó con la víctima propinándole puñetazos hasta que la tiró al suelo y continuó dándole patadas «apoyándose en un coche para tener más impulso». Xavier B.J. y Albert M. J. «aprovecharon que el hombre no se podía defender», cogieron el bate de béisbol para golpear aún más a la víctima. Más tarde se sumó Pilar L. J., que también usó el bate. Huida conjuntaLos otros dos jóvenes, que no participaron en la pelea, no detuvieron en ningún momento a sus amigos. Lluís M.C. fue el encargado de deshacerse del bate.Los procesados abandonaron rápidamente el lugar de los hechos al ver que un grupo de personas les recriminó su actitud.La víctima pasó dos meses en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona y después ingresó en el Instituto Guttman de Barcelona, donde continuó en coma irreversible hasta morir.