Arquitectura
Un barrio en 25 años
Finaliza la remodelación íntegra de Fuencarral: más de 800 familias han cambiado infraviviendas por casas nuevas
MADRID- La mayoría de los vecinos del barrio de Fuencarral pueden recordar cuando su casa no tenía calefacción, la altura de sus techos estaba a unos 30 centímetros por debajo de la medida estándar de 2,50 y había un patio trasero donde lavar y tender la ropa. De aquello no hace ni 30 años.
Delimitado por la carretera de Colmenar, la M-30 y la avenida de Burgos, los poblados Fuencarral I y II han sido objeto de una remodelación íntegra en la que la Comunidad ha invertido 43 millones de euros y ha permitido a 852 familias sustituir las antiguas viviendas que construyó la Obra Sindical del Hogar en los años 50 por modernos pisos con garaje en sólo un cuarto de siglo. «Las nuevas tienen todas las calidades, no como las antiguas que se hicieron para que duraran sólo diez años», explica Antonio González, presidente de la asociación vecinal La Unión.
De las barriadas de Fuencarral que surgieron a finales del siglo XIX para acoger a trabajadores venidos de todas España a trabajar en la capital, ya casi no queda nada. Por aquel entonces, el Estado construyó poblados para absorber este flujo de personas en construcciones con mínimas condiciones de habitabilidad. Casi 40 años después, a finales de la década de los 80, la Comunidad recibió el encargo de remodelar 14 barrios, de los cuales ya sólo quedan dos por «inaugurar»: Canillas y la UVA de Hortaleza, cuyas remodelaciones finalizarán el próximo año. Fuencarral ha sido el último en cortar la cinta. Su compleja intervención urbana arrancó en 1990 con la entrega de las primeras viviendas nuevas a los vecinos del barrio. La tarea ha sido «ardua», explican desde el IVIMA, el Instituto de la Vivienda, «no sólo se han construido viviendas nuevas para las familias originales, también se han instalado servicios urbanos, equipamientos y espacios libres para renovar este barrio».
Para celebrar la remodelación del viejo Fuencarral y dar la bienvenida al nuevo, la Comunidad organizó una exposición, en colaboración con los vecinos, que repasó la intensa remodelación a través de fotografías y planos que mostraron el antes y el después del cambio experimentado en Fuencarral en los últimos 25 años.
En todo este tiempo ha habido «luces y sombras», asegura González. «Hemos mejorado muchísimo al pasar de tener infraviviendas de clase obrera a casas dignas con los mejores materiales, pero las obras han sido agotadoras». El presidente de la Asociación Vecinal La Unión explica que ahora queda por delante «recuperar la convivencia "de barrio"que hemos perdido al cambiar de casa y pasar de una vivienda baja con patio a un bloque de pisos». Además, ahora han de prepararse para recibir a nuevos vecinos para los que también se han hecho promociones con el objetivo de dinamizar (aún más) Fuencarral.
SIN CALEFACCIÓN.
Las antiguas viviendas de la Obra Sindical del Hogar no tenían calefacción, no superaban los 40 metros cuadrados, la altura del techo era de poco más de dos metros y las ventanas de 40 centímetros por 70.
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