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Barcelona

Guerra y paz

El Camp Nou vivirá mañana un partido de alta tensión. La vuelta de unas semifinales de la Liga de Campeones, el último paso hacia la soñada final, ya genera de por sí emociones fuertes. Si, además, se enfrentan los dos máximos rivales, las revoluciones suben aún más. Pero es que si a todo esto añadimos todo lo que rodea al Barça-Madrid de mañana, la alerta es máxima.

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Andan los ánimos un poco caldeados entre los dos. Los piques entre jugadores han generado demasiadas tensiones, que han acabado trascendiendo el terreno de juego y han derivado en un cruce inédito de denuncias tras el discurso de Mourinho. Las relaciones entre Madrid y Barcelona atraviesan su peor momento desde hace años.

El Barça, como el Madrid, tiene la obligación de intentar calmar el ambiente para evitar cualquier tipo de incidente durante el choque. «Pido a los socios que den un ejemplo de civismo y que animen a nuestro equipo», decía Sandro Rosell el sábado, tras la derrota azulgrana en Anoeta. Pero su discurso acabó derivando en mensajes subliminales hacia el rival: «La afición debe olvidar la provocaciones del Madrid. No me gusta el ambiente que se ha creado desde la otra parte», sentenció.

El club azulgrana decidió lanzar ayer una campaña para motivar a sus seguidores de cara al duelo de mañana bajo el lema «Gràcies, equip!» –¡Gracias, equipo!–, que será lo que se pueda leer en el mosaico que se desplegará en el Camp Nou. La campaña va también acompañada de un vídeo que, más que apagar el fuego, puede avivarlo aún más. Bajo los acordes de una sinfonía propia de una película épica, el montaje comienza con las imágenes de una fea entrada de Pepe a Messi y del pisotón de Arbeloa a Villa en la final de Copa.

«En 390 minutos los has visto sufrir», se puede leer en pantalla. No parece la mejor forma de rebajar la tensión de un partido que ya arrastra demasiada tensión por sí misma. El vídeo continúa con imágenes que apelan más al sentimiento «culé» y a los grandes triunfos del equipo, aunque se intercala con una entrada muy fea de Carvalho a Piqué. Mañana llegará el turno de escuchar a Guardiola. Esperemos que su mensaje vaya por otro lado.