Netanyahu cancela las elecciones al pactar un Gobierno de unidad

JERUSALÉN- Los israelíes, acostumbrados al dinamismo de su política y a lo inesperado de sus vaivenes, amanecieron ayer anonadados con la «bomba» de la jornada: un día antes de la disolución de la Kneset (Parlamento) y la convocatoria formal de elecciones anticipadas, el principal partido opositor, Kadima, se sumó al Gabinete de Netanyahu, creando en consecuencia un «macro Gobierno de unidad nacional» y se canceló, en consecuencia, la cita con las urnas el 4 de setiembre.

«No venimos para recibir honores ni cargos, sino para lidiar con problemas claves de la sociedad israelí», aseguró el jefe de Kadima, Shaul Mofaz, que hace menos de dos semanas fue elegido en el cargo, sustituyendo a la ex canciller Tzipi Livni. «Queremos hacer posible un cambio a fondo del sistema de gobierno y de la Ley Tal», aseguró, en referencia a la polémica normativa que permite la exención masiva de jóvenes ultraortodoxos del servicio militar obligatorio. «Una coalición amplia como ésta puede permitir lidiar con grandes desafíos que son esenciales para fortalecer a la sociedad», aseguró Mofaz en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Entre ellos podría estar el eventual ataque a Irán, del que tanto se ha escrito pero también otras cuestiones internas.

A pesar del consenso que este tema despierta en la sociedad israelí en general –excluyendo al sector ultraortodoxo que sostiene es clave que sus jóvenes puedan dedicarse a estudiar las Sagradas Escrituras– el anuncio de ayer produjo reacciones encontradas. El presidente de Israel, Simon Peres, envió desde Canadá, donde está en visita oficial, un comunicado felicitando a Netanyahu y Mofaz por la formación del Gobierno de unidad nacional. «Habéis hecho algo de gran importancia para Israel», declaró.

Tormenta política
Desde la oposición, diversas voces reflejaron su enojo. «Esto es un manejo sucio e increíble», dijo la jefa del Partido Laborista, Shely Yehimovich, afirmando que «parece que la verdad ya no significa nada para Netanyahu y Mofaz». En el partido de izquierda Meretz señalaron que «esto es una aberración que avergüenza al Parlamento israelí», como dijo el diputado Nitzan Horowitz.

Uno de los puntos más mencionados en tono crítico por parte de la opinión pública israelí se refería al hecho de que Mofaz dijo repetidamente que no se sumaría a un Gobierno encabezado por Netanyahu, a quien inclusive llamó explícitamente de «mentiroso».

El jefe de Kadima también dijo que un tema importante a impulsar es la reanudación del proceso de paz. Los palestinos reaccionaron ayer en forma ambivalente. Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente Mahmud Abas, afirmó que la nueva coalición puede ser una oportunidad para avanzar en lo que el Likud y sus socios «no lo hicieron hasta ahora».