Victoriosos

Hace poco leí que «si alguien puede sentirse victorioso cuando un preso de ETA abandona la banda asesina, son las víctimas del terrorismo». Estamos de acuerdo con que el hecho de que un etarra se desvincule del grupo terrorista, es un paso hacia adelante ya que es algo que obra en su debilitamiento. Lo que no es justo ni procedente es que ello les suponga beneficios penitenciarios, porque así, hasta un niño puede deducir cuál es el verdadero motivo de los supuestos abandonos. Seguimos sin escuchar palabras como arrepentimiento y perdón. Sin embargo, lo que sí hemos oído, para aclarar preocupantes presentimientos, es a un abogado asesor de Batasuna que asegura que la política de acercamiento de presos de ETA, ayuda a «avanzar el proceso». Un proceso del que ya alertó Mayor Oreja y por lo que se le criticó duramente. Hoy, cada vez más medios mencionan negociaciones ocultas. Lo de sentirnos victoriosos, son palabras mayores. Lamentablemente sólo podremos decir que hemos vencido, cuando tengamos la certeza de que no habrá más asesinatos y sepamos que todo aquel que ha cometido atentados, pagará por ello esté donde esté y pasen los años que pasen. Y me temo que de eso aún no estamos tan cerca como las víctimas y el resto de los españoles e incluso inmigrantes que comparten también la parte más sangrienta de nuestra historia, deseamos.