Barcelona

Irregularidades en la consulta soberanista de Barcelona

Unió se desmarca del abrumador apoyo de Convergència a la consulta soberanista de Barcelona. 

La Razón
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barcelona- Más allá de que las consultas soberanistas que se han realizado en medio millar de poblaciones catalanas desde que Arenys de Munt dio el pistoletazo de salida en septiembre de 2009 no tienen validez legal, planean dudas sobre el proceso. Barcelona Decideix tuvo que anular ayer 650 votos de las personas que han votado por anticipado en la consulta de Barcelona –se puede desde el pasado diciembre– porque estaban duplicados.

El portavoz de los promotores, Alfred Bosch, argumentó que los votos han sido anulados y se destruirán tras acabar esta noche el escrutinio, y explicó el proceso para garantizar el «rigor» de las consultas. A su juicio, el procedimiento es «riguroso y fiable» porque una junta electoral, integrada por los abogados August Gil Matamala, Magda Oranich y Josep Cruanyes, supervisaba cómo 130 voluntarios informatizaban ayer los datos de las personas que han participado por anticipado.

El recuento del voto presencial se realiza de forma distinta, y obliga a tener interconectadas las mesas y los colegios electorales para verificar que no hay más votos duplicados. Además, los organizadores han querido cargar de simbología la consulta barcelonesa, ya que cerraron la campaña para llamar al voto la noche del viernes en la antigua plaza de toros Las Arenas, ahora convertida en centro comercial, y han alojado a 51 observadores internacionales que supervisarán la consulta en el Hotel Juan Carlos I.

Unió pide centralidad


Entre los que han votado por anticipado se encuentra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que defendió que optaba por este mecanismo porque participaba en la consulta soberanista a título personal. El ex president Pujol también optó por esta opción y lo cierto es que la cúpula de Convergència se ha volcado en el proceso. Hoy las cámaras captarán al alcaldable por Barcelona, Xavier Trias, o al secretario general adjunto del partido, Oriol Pujol, votando en la sede de Òmnium Cultural. Oriol Pujol incluso realizará esta noche una valoración de la consulta, que el Gobierno ya ha dicho que va a ningunear porque no tiene ninguna validez legal.

La posición activa de Convergència contrasta con la actitud de Unió, cuyo secretario general, Josep Maria Pelegrí, vino ayer a decir que el apoyo a las consultas soberanistas no es lo que se espera de un partido que gobierna. Pelegrí aprovechó el homenaje del 73 aniversario del fusilamiento de Manuel Carrasco i Hormiguera, para pedir «centralidad» y recordó que «jamás hemos apostado por la política de bloques».

Hay dirigentes de Unió que se plantean participar en la consulta, pero la postura mayoritaria del partido es ningunear el proceso. Pelegrí, por ejemplo, no votó cuando se hizo la consulta en Lleida, y ayer recordó a sus socios que «Cataluña se ha mantenido durante 30 años en la centralidad, como hizo Carrasco para defender lo que era justo, necesario e institucionalmente más próspero para Cataluña. Esta capacidad y voluntad a la hora de aglutinar sentimientos en una misma causa patriótica es que ha sido la fórmula de garantía y éxito de la supervivencia y del avance nacional, social y moral de Cataluña. Debemos recordarlo, tenerlo bien presente, ahora no es el momento de romper, es el momento de construir».

Además de Barcelona, la consulta se realiza en otros 22 municipios. Los promotores consideran que llegar a un 10 por ciento de participación en la capital catalana será todo un éxito, pese a que esta cifra está por debajo del referéndum de reforma de la Diagonal, en el que participaron el 14,2 por ciento de los barceloneses. En total, están convocadas 1.420.040 personas, ya que pueden participar los jóvenes a partir de 16 años y los extranjeros censados.